Matías Caudana, que pasó más de dos años preso por una causa de narcotráfico de la que fue absuelto, contó cómo conoció a la chica sentenciada por el crimen de su novio, Fernando Pastorizzo. También se refirió al asesinato.
Matías Caudana pasó dos años y dos meses preso en el penal de Paraná, acusado de integrar una banda narco liderada por su padre, Elbio Gonzalo Caudana, pero la semana pasada recuperó la libertad tras haber sido absuelto en un juicio que tuvo más de 20 condenas, incluyendo la de su progenitor.
El joven trascendió en los medios no tanto por las acusaciones que pesaban en su contra sino por ser “el novio de Nahir Galarza” o, al menos, su pretendiente. Es que Caudana, de 20 años, había solicitado un permiso especial a la Justicia a través de su abogado Augusto Laferriere para visitar en la Unidad de Mujeres de Paraná a la chica condenada a prisión perpetua por el crimen de su pareja, Fernando Pastorizzo, ocurrido en 2017.
En una entrevista con la revista Gente, el joven dio detalles de su relación con Galarza, entre otras declaraciones de impacto. “Nos estamos conociendo”, reconoció Caudana. “Por el momento no nos dimos ni un beso. Tampoco tuvimos la posibilidad de vernos en persona. Solo nos cruzamos un par de veces cuando fui a visitar a mi abuela. Intentamos hablar pero no nos dejaron. Por eso estoy tramitando este permiso, para seguir conociéndonos”, agregó.
Si bien el abogado y el propio Caudana habían asegurado que el joven y Galarza, también de 20 años, se habían conocido cuando el joven fue trasladado a la Unidad de Mujeres para visitar a su abuela paterna, también presa por venta de drogas, una versión señalaba que el enamoramiento entre ambos ocurrió durante una consulta de Nahir con el odontólogo, cuyo consultorio se encuentra en la unidad de hombres.
En la entrevista, Caudana confirmó que las dos versiones tienen algo de cierto. “Nos conocimos un día que a ella la llevaron al dentista. Nahir salía de la enfermería y nos cruzamos porque a mí me estaban trasladando para ir a ver a mi abuela. Yo sabía quién era ella por la televisión. Grité su nombre y, cuando se dio vuelta, le hice un gesto de que la iba a llamar. Ella sonrió y asintió con la cabeza”, rememoró.
Según contó el joven, días más tarde un amigo le consiguió el teléfono del pabellón donde está alojada Galarza y se comunicó con la chica. ¿De qué hablaban? Al principio los diálogos se limitaron a si recibían visitas o si participaban de algún taller. “Últimamente, ella me contaba que pasaba mucho calor. Ahí donde está no corre aire…”, contó Caudana.
Si bien dialogaron en más de una ocasión, hubo un tema que jamás se tocó: el asesinato de Pastorizzo. “No le pregunté y no creo que se lo pregunte. No me importa. Nunca me importó lo que se decía de ella”, admitió.