Un procedimiento accesible para el tratamiento de diversas enfermedades onco-hematólogicas.
El trasplante de médula ósea o mejor dicho de “células madres hematopoyéticas” (CPH) es, hoy en día, un procedimiento accesible para el tratamiento de diversas enfermedades onco-hematológicas, tanto en población adulta como pediátrica.
La médula ósea es el tejido blando que se encuentra dentro de los huesos y contiene a las “células madres”. Estas células tiene la capacidad de poder perpetuarse en el tiempo y ser generadoras de las diferentes series de células de la sangre (glóbulos rojos, blancos y plaquetas).
Hay enfermedades onco-hematológicas que se producen por alteraciones en sus CPH normales o que están dañadas por la enfermedad o por tratamientos de quimioterapia. En estos casos el trasplante de CPH es una buena alternativa de tratamiento para volver a generar células de la sangre, nuevas y sanas.
Entre las enfermedades que más frecuentemente se trasplantan figuran las leucemias, linfomas, mielomas, aplasias medulares, tumores de testículo y el sarcoma de Ewing.
Antiguamente, los pacientes que necesitaban un trasplante de CPH recibían un “trasplante de médula ósea” porque las células madres se obtenían de la médula ósea.
Sin embargo, hoy en día la donación de CPH se realiza fácilmente, mediante un procedimiento muy parecido a la donación de sangre. La donación se realiza en forma ambulatoria y sin consecuencias en la salud para las personas que deciden realizarla.
Fuente: Fundación Tiempo de Vivir Por Dr. Sergio Specterman – MN 80550