Analía fue una de las pocas personas que vio a Christoffer Persson, el turista sueco atacado durante la noche del 30 de diciembre, luego del disparo que le impactara en la rodilla derecha que provocó que debieran amputarle la pierna.
Vive en Tacuarí al 500, justamente en la vereda que enfrenta al lugar en el que atacaron al hombre de 36 años, quien iba caminando con su novia italiana Maria Izzo, con quien iba a pasar el Año Nuevo en Buenos Aires. “Me avisó mi hija. Bajé y había dos chicos, ciclistas, ya era muy tarde. Sinceramente no tengo conocimientos de primeros auxilios, lo que hice fue intuitivo. La experiencia de haberlo visto antes. No más que eso”, relató la mujer.
Al ver la gravedad de lo sucedido, Analía subió nuevamente a su casa y tomó una toalla del placard. Bajó, le dio dos vueltas a la pierna del sueco para ejercer presión sobre la herida y así detener el sangrado. Un torniquete.
“Desde la cocina escuché el disparo pero bajé cuando me contó mi hija lo que estaba sucediendo. Después que se fue tuve angustia, dolor, estrés. A lo mejor fue rápido, para mi fue una eternidad”, sostuvo Analía.
Durante la tarde del viernes, la mujer visitó a Persson, quien continúa internado en el hospital Argerich. “Es un divino, un tipo fenomenal, va a tener herramientas para poder superar esto, anímicamente está bien, es una excelente persona. Le pedí disculpas como argentina. Conocí a los padres, me abrazaron, lloramos juntos. Todas estas cosas que tienen que ver con el amor y las emociones”, expresó la mujer, quien volverá a visitarlos antes de que se vayan del país.
“Los médicos lo sentaron y dijo que se mareó un poco. Lo dijo con una sonrisa y una entereza que a uno le genera más culpa como argentina. Ellos dicen que Buenos Aires les pareció muy lindo, que esto les podría haber sucedido acá o en cualquier lado. Sin embargo me avergüenza y me duele. Espero que esto sirva para sentarse a pensar qué nos está pensando”, sostuvo Analía.
Persson es ingeniero en sistemas y, en base a su profesión, realizó un comentario que despertó una sonrisa en el rostro de Analía: “Me dijo que se va a dedicar a hacer prótesis. Él y la novia se merecen lo mejor”.
La mujer contó que Persson sintió dolor cuando se sentó y que, según le dijeron los médicos, permanecerá varios días internado. Volverán a sentarlo y luego lo trasladarán a una silla de ruedas, para que pueda desplazarse con mayor facilidad.
“Cualquiera que pase por una situación así necesita ayuda. Le trajeron una psicóloga que habla inglés. No sé cómo vivirán en Suecia o cómo atravesarán estas dificultades. Fue lindo verlo, lloramos, nos dijimos ‘gracias’. Afortunadamente tenemos con qué salir adelante”, concluyó.