La tercera entrega de la saga no cambia su fórmula: acción, acción y acción
En una época donde el cine pochoclero se decanta por el uso de CGI, Sin Control (John Wick, 2014) se ganó el corazón de los fanáticos de la acción con excelentes coreografías de pelea. Tomando como referencia un hit oriental de culto como La Redada (Serbuan maut, 2011), la venganza de Keanu Reeves reivindicó los efectos prácticos y prescindió de la magia de los ordenadores. La fórmula dio resultado y ya estamos en presencia de su tercera entrega: John Wick: Chapter 3 – Parabellum (2019).
Como se puede ver en el adelanto, el film es una continuación inmediata de la segunda entrega y retoma donde nos dejó la anterior. ¿Qué quiere decir esto? Básicamente que John Wick será cazado por sus antiguos colegas, quienes se disputarán una recompensa de 14 millones de dólares por su cabeza. Por supuesto que matarlo no será nada sencillo ya que se trata del tipo que ostentó el título de mejor asesino del mundo.
Esta secuela cuenta con la dirección de Chad Stahelski, creador de toda la franquicia, y promete ampliar el universo del ex sicario. Si en John Wick 2: Un nuevo día para matar(John Wick: Chapter 2, 2017) lo más novedoso era la incorporación de Laurence “Morfeo” Fishburne, esta nueva entrega también tiene una cara conocida en un papel enigmático: Halle Berry.
Al parecer la ganadora del Oscar ® no solo será una nueva aliada del antihéroe, también podría ser su nuevo interés amoroso. Igualmente en su reencuentro, ella le deja las cosas claras: “Contigo, nunca es solo una conversación”.