El gobierno nacional quita otra vez subsidios a la generación, cuyo costo dolarizó en 2016. ¿Cómo repercutirá la suba nacional en Santa Fe?
La resolución 366 de la Secretaría de Energía de la Nación oficializó una suba para el precio mayorista de ese insumo, en etapas, que alcanzará al 55 % en agosto de 2019 respecto del mismo mes de 2018.
La decisión de la Casa Rosada se suma a la eliminación de la tarifa social, que para el Estado provincial -que ahora asume esos costos- implica una erogación de 1.400 millones de pesos durante 2019.
Ambas medidas adoptadas por las autoridades nacionales tienen como propósito eliminar los subsidios del Estado nacional a los usuarios del sistema eléctrico. Sin embargo, aun con sendas disposiciones, se estima que al finalizar este año el Estado nacional deberá seguir aportando un 35% del costo total de la generación de energía.
Vale la pena subrayar que la meta de cubrir con las tarifas el costo de la energía en el país, es difícil de alcanzar porque una de las primeras medidas que tomó el gobierno nacional fue dolarizar esos valores. Así, la disminución de los subsidios tendrá lugar sólo si el tipo de cambio se mantiene relativamente estable.
Números
En enero de 2016, el valor del megavatio para los usuarios residenciales que menos consumen (menos de 1.000 kw/h) era en promedio de apenas $ 38,3. Pero en marzo de ese mismo año esa referencia trepó a $ 329.
Lo dicho quiere decir que cada megavatio consumido por el usuario residencial promedio a la EPE pasó a costarle un 760 % más.
El mismo valor subió al año siguiente y para febrero de 2017 estaba en $ 416. Y en el mismo mes del año pasado ya costaba $ 1.097.
La escalada no termina allí: el mes que viene el megavatio para el usuario residencial (el segmento que menos consume) costará en el nivel mayorista $ 2.097. Para agosto ese valor habrá subido a $ 2.326, con lo que si se consideran los tres años el tarifazo nacional completo es del 5.980 %.
Otras provincias
Se estima que algo más de un tercio de la composición de las tarifas corresponde al pago del insumo. Y que los otros dos tercios se los llevan el VAD o Valor Agregado de Distribución (lo que paga los costos internos de la EPE) y los impuestos (que en su enorme mayoría recauda la Nación).
Mientras en la EPE y en la Secretaría de Energía de la Provincia no se han hecho comentarios públicos respecto del aumento nacional que deberá trasladar a los usuarios, en otras distribuidoras provinciales ya hay algunas certezas más.
A nivel nacional, el gobierno comunicó tanto el aumento del nivel mayorista como el que aplicarán las empresas distribuidoras, para sus dos concesiones: Edenor y Edesur, en el Área Metropolitana del Gran Buenos Aires.
En cambio, en Santa Fe y en el resto del país es cada empresa distribuidora la que debe comunicar cuál será el impacto del aumento nacional en la tarifa final del consumidor.
En Córdoba ya se han hecho algunas estimaciones que hablan de entre un 20 y un 25 %; en Misiones los cálculos parten de un 25 % y hablan de hasta un 30 %, lo mismo que en otras provincias del sur.
Una carrera interminable
Los aumentos del precio mayorista de la energía dispuestos por el gobierno nacional están atados al valor del dólar.
La decisión de reconocer en esa moneda el valor del megavatio a los generadores creó una carrera interminable de aumentos, que suelen ir muy por detrás de esos costos, que cada año se completan con subsidios nacionales.
En 2015 el usuario residencial promedio pagaba (en la ciudad de Buenos Aires) apenas el 10 % del costo real de la tarifa eléctrica.
En 2018, ese valor se ubicó en el 65 % y con los aumentos dispuestos por la Casa Rosada, si el dólar no sube, en 2019 llegaría al 76 %.
En 2017, la Nación pagó $ 85 mil millones en subsidios; en 2018, 120 mil millones; y en 2019 (si no hay nuevas corridas cambiarias) bajará a $ 100 mil millones.