Los balnearios presentan números muy altos, los valores de la gastronomía están por las nubes y la estadía en la playa se torna una misión difícil de cumplir.
La inflación en la Costa Atlántica dificulta la estadía de los trabajadores durante las vacaciones. Los destinos manejan diferentes tarifas según se trate de playas más populares o aquellas más exclusivas: un día de carpa durante enero en un balneario puede costar entre $ 800 y $ 2.500 por día, según cada ciudad.
Por ejemplo, Mar del Plata, principal centro turístico del país, ofrece durante el primer mes del año carpas que van de los $ 1.000 a los $ 1.500 diarios. Algunas incluyen pileta entre sus servicios.
La sombrilla en este tipo de complejos, por su parte, se ofrece a $ 1.250 por día. A la hora de dejar el auto estacionado mientras se disfruta la playa y el mar, el precio es de $ 200.
En Villa Gesell, en tanto, una carpa se consigue por $ 800 por día, mientras que una sombrilla se puede obtener por $ 600 diarios. Respecto a la gastronomía, uno de sus famosos paradores ofrece una porción de papas fritas para compartir a $ 180; una hamburguesa completa (con jamón, queso, lechuga, cebolla caramelizada más ración de papas fritas) a $ 250 y las gaseosas pequeñas a $ 60.
Por su parte, en Pinamar, la diferencia de precios es evidente cuando de servicios de playa se trata. Allí, cada día de enero se pagan por una carpa $ 2.500 y la sombrilla $ 1.500. En cuanto al menú típico de playa, los números no son tan distintos: la porción de papas fritas cuesta $ 100, la hamburguesa completa $ 200 y la gaseosa chica, $ 65.