La denuncia de un vecino desencadenó un amplio despliegue de la fuerza de seguridad. El hombre escuchó la escalofriante frase “te voy a matar” en la casa contigua y se preocupó.
Como se pensaba que la vida de un menor estaba en peligro, los efectivos se apersonaron con rapidez. Pero cuando llegaron al domicilio, se encontraron con una situación insólita: a quien quería matar el hombre no era a su hijo, si no a una araña.
Tras el suceso el hombre pidió perdón a las autoridades australianas ya que luego de la denuncia, la policía desplegó un gran contingente de unidades para atender el llamado de urgencia.