Luego de la sofocada rebelión militar del lunes, los venezolanos bloquearon calles y armaron barricadas en 30 sitios de la capital. Hubo represión policial y grupos de choque chavistas. Hoy habrá una manifestación nacional en rechazo a Maduro.
Los venezolanos retomaron ayer las calles en Caracas y otras ciudades del país para expresar su repudio contra el gobierno de Nicolás Maduro. Lo hicieron incentivados por el foco de rebelión militar del lunes pasado y el resurgimiento de la oposición política liderada por el joven jefe de la Asamblea Nacional (Parlamento), Juan Guaidó, que prepara para hoy una masiva marcha contra el régimen chavista en todo el país.
Al menos 30 pequeñas protestas se registraron en la capital venezolana, con bloqueos de calles, saqueos de negocios y quema de basura, tras el alzamiento de los 27 militares de la Guardia Nacional Bolivariana que robaron armas y se atrincheraron en un destacamento, desconociendo al gobierno de Maduro, antes de terminar detenidos.
La mayoría de las manifestaciones ocurrieron en sectores populares para apoyar la sublevación contra Maduro, y en algunos puntos se extendieron hasta la mañana de ayer martes, señaló el Observatorio de Conflictividad Social. Las barriadas de El Valle, 23 de enero, Catia y Petare se contaron entre los puntos donde los vecinos se manifestaron, además, apoyados con ruidosos cacerolazos.
El régimen reprimió con violencia cada una de estas protestas, utilizando gases lacrimógenos, carros hidrantes y balas de gomas. En el barrio San José de Cotiza, los manifestantes se enfrentaron con la policía durante horas y resistieron con barricadas donde quemaron neumáticos. Ayer, las calles estaban llenas de escombros y piedras, mientras el olor de gas pimienta impregnaba aún la zona.
“Nos sentimos apoyados cuando los guardias (militares) salieron diciendo que apoyarían al pueblo”, contó Carmen, de 60 años, quien participó activamente en los piquetes. Pero luego aclaró que tuvieron que ceder ante la represión.“Nos espantaron a fuerza de bombas, nos persiguieron con perdigones”, contó.
Pero lejos de atemorizarse, se comprometió aún más con la marcha de hoy. “De que salgo, salgo; no tengo miedo de volver a salir a luchar por Venezuela a ver si la recuperamos”, dijo con su brazo lleno de moretones.
Grupos de choque del chavismo volvieron a actuar, como ocurrió en otras ocasiones, tratando de disolver las protestas. Encapuchados, con palos y armas, atacaron a los manifestantes con violencia. Esto ocurrió frente a la plaza Andrés Bello de Caracas, así como en las zonas periféricas de Guarenas, El Junquito y en la autopista hacia La Guaira.
En su primera alusión personal al levantamiento y posterior captura de los rebeldes, Maduro aseguró ayer en Twitter que las Fuerzas Armadas “han dado incontables muestras de disciplina, cohesión y preparación para enfrentar cualquier amenaza de los enemigos de la Patria”.
Las protestas caldearon el ambiente de cara a la manifestación de hoy miércoles, cuando se conmemoran 61 años de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. La oposición se manifestará contra Maduro para exigir un gobierno de transición y elecciones libres y transparentes.
“Las protestas en el Oeste Caracas demostraron que no hay talanqueras (vallas) que saltar. Aquí todos quedamos en el mismo corral, sin luz, sin agua, sin medicinas, sin gas y con un futuro incierto. Todos estamos sumergidos en esta crisis, menos el usurpador. ¡Vamos a reencontrarnos este #23E!”, llamó Guaidó desde las redes sociales, donde la convocatoria se viralizó rápidamente.
En un intento por contrarrestar esta rebelión popular que se anticipa masiva, el chavismo organizó contramarchas en distintos puntos del país. Será la primera gran pulseada en las calles tras las violentas protestas de abril y julio de 2017, que dejaron unos 125 muertos. Y se dará en medio de la peor crisis en la historia moderna del país petrolero.
Este es un momento mucho más crítico para Maduro, deslegitimado tanto interna como externamente, ya que la comunidad internacional desconoce este segundo mandato, proveniente de cuestionadas elecciones donde no participó la oposición. Guaidó, quien asumió desde el Parlamento las funciones del Ejecutivo al considerar que el cargo está siendo usurpado, cuenta con el respaldo de los países de la región, así como de Estados Unidos y de Europa.
Washington es la punta de lanza de este apoyo internacional a Guaidó. Ayer, el propio vicepresidente, Mike Pence, publicó un video en el que califica de “dictador” a Maduro, al tiempo que respalda la marcha de este miércoles. “Mientras hacen que sus voces se hagan oír mañana, en nombre del pueblo estadounidense le decimos a la buena gente de Venezuela: Estamos con ustedes”, afirmó.
Según fuentes citadas por la cadena estadounidense CNN y el diario español ABC, Donald Trump “estudia reconocer” oficialmente a Guaidó como presidente interino. El presidente estadounidense viene siendo presionado por un sector de los republicanos, que lo impulsa a tomar medidas más duras contra la cúpula venezolana.
Entre ellas, figura una que se destaca por lo que puede significar para las finanzas del régimen: un embargo a todo el petróleo venezolano, algo a lo que se resisten las refinerías norteamericanas que importan crudo del país sudamericano.