El estadounidense James Mucciaccio, tras un intercambio con un efectivo, atravesó una playa en Palm Beach, Florida, con su auto de lujo Ferrari a toda velocidad y terminó en las aguas del Atlántico
El lujoso auto se hundió unos 10 metros bajo la superficie. El conductor salió ileso del vehículo, antes de que este se hubiera sumergido, y regresó a la costa.
Más tarde, la Guardia Costera local se encargó de rescatar el vehículo con ayuda de unas bolsas inflables, y lo remolcaron hasta una cercana rampa para botes.
Según indicaron, el conductor no se encontraba bajo los efectos de alcohol ni de drogas.