El gobierno nacional anunció que estará concluida el próximo 31 de mayo, poco antes del Día de la Bandera. Invertirán casi 87 millones de pesos.
Además, confirmó que “el compromiso es terminar esta parte de las obras para el 31 de mayo”.
Los trabajos fueron durante gran parte del año pasado motivo de agitados cruces y polémicas a partir del incumplimiento de los plazos fijados y de las falencias en las tareas, que quedaron en evidencia con sólo observar la construcción.
Incluso, en julio de 2018, se conoció que el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, había prometido terminar las tareas de remodelación antes del año que acaba de concluir. Lo dijo durante una entrevista que mantuvo con empresarios de la ciudad, quienes le llevaron su inquietud por la controversia que generaron las obras comenzadas en febrero de 2017.
En ese encuentro, Frigerio negó que la puesta en valor del Monumento estuviera paralizada. “Sólo explicó que hubo un reacomodamiento de los trabajos a realizar”, aseguró el ex vicepresidente de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came), Elías Soso, quien participó del cónclave donde se abordaron propuestas relacionadas con los intereses de la ciudad.
La iniciativa, de acuerdo a los pliegos de licitación, demanda una auténtica obra de “artesanía”. Para corregir las filtraciones y problemas de humedad, se impuso que primero se quiten las placas de mármol travertino y luego se hagan tareas de impermeabilización y un sellado correcto de las fisuras.
Una vez concluida la tarea de frenar el avance de la humedad y sellar las superficies, debía comenzar la puesta en valor propiamente dicha.
Las diferentes acciones se adjudicaron en enero de 2017 y, siempre según los planes de la licitación, todo el proceso iba a demandar hasta septiembre de 2018. Sin embargo, de acuerdo al seguimiento realizado por el municipio, las tareas apenas muestran hoy poco más del 30 por ciento.
El devenir de las obras produjo polémica en la ciudad entre funcionarios y concejales oficialistas y referentes de Cambiemos, sobre todo después de que se retirara la estructura de andamios que cubría la torre principal del edificio.
Primero se denunció la falta de fondos para terminar los trabajos, y después se advirtió que podían suspenderse.
Con críticas
Fue el concejal progresista, Pablo Javkin, quien indicó que la refacción del Monumento es una obra “lenta, incompleta, mal hecha y cara”. Sin embargo, su par macrista, Carlos Cardozo, retrucó que se estaba “ejecutando y certificando por cuenta y orden de la Municipalidad que, a su vez, adjudicó el emprendimiento”.
Para argumentar sus denuncias, Javkin exhibió imágenes de los trabajos donde se vieron placas faltantes, entre otras anomalías. “Hay sectores donde la reposición del mármol se realizó sin seguir los patrones de coloración de las placas existentes y presentando diversos cortes y manchas de chorreado”, sostuvo.
La adjudicación de las obras enmarcó el desembarco del primo del presidente en Rosario. Angelo Calcaterra había comandado Crearuban S.A. hasta que se la vendió al grupo Pampa Energía, como parte de un paquete de firmas por afuera del rubro hidrocarburos.