Científicos rusos creen que Jeanne-Louise Calment en realidad murió a los 59 años y su hija usurpó su identidad. Lo habría hecho para no pagar impuestos por la herencia.
Jeanne-Louise Calment, la mujer francesa hasta hoy universalmente reconocida como la más longeva del mundo, no vivió 122 años y 164 días como todos pensaban, según lo aseguran dos científicos rusos, que dicen que en realidad habría muerto a los 59 años de edad en la década del 30 del siglo pasado y su identidad habría sido usurpada por su propia hija.
Esa es al menos la teoría del matemático ruso Nikolay Zak apoyada por el gerontólogo Valery Novoselov.
Ambos sostienen que la verdadera Jeanne-Louise Calment murió en 1934 a la edad de 59 años y la mujer que recibió la palma de oro por la mayor longevidad del mundo no fue otra que su hija, Yvonne, fallecida a los 99 años y que habría asumido la identidad de la madre a su muerte para no pagar los onerosos impuestos de sucesión franceses.
Nikolay Zak fue acusado de basarse solo en pruebas circunstanciales, como un sondeo publicado en Facebook, según el cual Calment no “parecía” una supercentenaria.
Su teoría, por ejemplo, fue rechazada sin posibilidad de apelación por Jean-Marie Robine, el gerontólogo francés que contribuyó a convalidar la edad de Calment en los años 90: sus investigaciones -dijo a Le Parisen en alusión a Zak- “se basan en nada”.
Pero no todos piensan como Robine. Según el director del Instituto Nacional francés para los estudios demográficos, Nicolas Brouard, el matemático ruso realizó “un óptimo trabajo”.
En todo caso, agregó, para resolver la cuestión una vez por todas sería necesaria exhumar los cuerpos de Jeanne-Louise e Yvonne Calment.
fue una celebridad en Francia y en el mundo entero.
Nació en Arlés el 21 de febrero de 1875 y falleció en esa misma ciudad del sur del país el 4 de agosto de 1997.
Se considera que es la persona documentada más longeva de la historia. Incluso sobrevivió a su hija Yvonne, la mujer de la discordia, y a su nieto.
Pero la fama la logró recién cuando cumplió 113 años, al conmemorare la visita del pintor holandés Vincent van Gogh a Arlés.
Entonces periodistas que llegaron al pueblo para presenciar el evento escribieron que Calment llegó a interactuar con el artista.
La mujer tenía un alto poder adquisitivo y anduvo en bicicleta hasta cumplir 100 años de vida y caminó sin necesidad de un bastón hasta los 114 años. Sólo dejar de fumar tres años después.
Al cumplir 121 era casi totalmente ciega y sorda y el último año su salud se deterioró en forma acelerada hasta su muerte.