Un nuevo estudio reveló que menos de la mitad de los médicos en Estados Unidos habla sólo inglés, por lo que utilizan la herramienta Google Translate para dar recetas y consejos a sus pacientes, lo que resulta útil pero también peligroso para los pacientes.
Investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) detectaron que aproximadamente el 60 por ciento de las alta médicas hechas gracias al traductor del buscador eran precisas, lo que es alentador para aquellos que lo ocupan; en cambio el cuatro por ciento de estos reportes son inexactos, lo que es peligroso y hasta fatal para los pacientes.
Los doctores recurren a la herramienta porque en California sólo el 42 por ciento domina al menos un idioma además del inglés, a pesar de que el 20 por ciento de sus pacientes no hablan dicha lengua como primer idioma, y la mitad de ellos ocupa el español en casa.
Por lo tanto, quienes acuden al médico y salas de emergencias son aquellas a las que los médicos tienen menos probabilidades de poder atender de manera clara y eficaz.
La autora del primer estudio y investigadora de atención primaria de la UCSF, la doctora Elaine Khoong, dijo que “Google Translate es más preciso de lo que creen muchos médicos, y creo que definitivamente es más útil que no proporcionar nada en absoluto”.
La doctora y su equipo analizaron las recetas médicas de 100 documentos de emergencias emitidas en español o chino.
De acuerdo con los resultados publicados en JAMA Internal Medicine, el 92% de las instrucciones traducidas del inglés al español fueron precisas; el 81 por ciento del chino fueron acertadas, y otros fueron cómicos o aterradores.
Entre uno de los ejemplos encontrados y resaltados por el Daily Mail están el tradicional “omitir una comida” y que al llevarlo al chino quedó en “saltar sobre una comida”.
Otra indicación peligrosa, según el equipo de la UCSF, es “sigue tomando la medicación” y al convertirlo al español quedó en ‘guardar la medicación’; además del “mantener la medicación para el riñón” al “dejar de tomarla por ahora”.
“La máquina se confunde porque la estructura de la oración era muy complicada”, mencionó la doctora.
“Es ciertamente un argumento para que los médicos se revisen a sí mismos cuando están escribiendo instrucciones. Nos acostumbramos a comunicarnos en estas oraciones tan complicadas”, agregó.
Los investigadores sugirieron a los médicos dar a los pacientes una copia en inglés de la orden de alta hospitalaria y traducirla por Google Translate, al que respaldaron con sus reservas: “apoyamos su uso con cautela”.