Tres semanas después de que Juan Guaidó se autoproclamara como presidente interino de Venezuela, el líder opositor trata de mantener viva la llama de la movilización popular para evitar que el enfrentamiento que mantiene con Nicolás Maduro se estanque en un callejón sin salida. El choque de legitimidades en el país promete llegar a un punto cúlmine el 23 de febrero, la fecha anunciada por Guaidó para el ingreso al país de la ayuda humanitaria proveniente del exterior.
El factor clave de la disputa pasa en estas horas por el accionar de las fuerzas armadas venezolanas, que al momento responden al chavismo y tienen total control de las fronteras. La jugada de Guaidó consiste ahora en ponerles una “prueba de fuego” a los uniformados: si resisten el ingreso de medicinas y alimentos estarán dando una muestra de fidelidad a Maduro al tiempo que le darán la espalda a los más necesitados de su país.
Los cargamentos ingresarán a través de la ciudad de Cúcuta, el principal paso fronterizo con Colombia. Y Maduro ya anticipó que no permitirán su ingreso, incluso, con una brutal advertencia: “Todo está envenenado por los Estados Unidos“.
Es por ello que el día 23 se definirá si el líder chavista está perdiendo el control de sus fuerzas armadas o si, por el contrario, la encrucijada de la ayuda humanitaria no deriva en ningún quiebre dentro de las fuerzas de seguridad.
Para aumentar la presión sobre los militares, Guaidó fijó los plazos para la entrega y ya trabaja para facilitar el acceso de los recursos: convocó a los ciudadanos a un “estado de movilización permanente” y organizó una red de voluntarios que, según afirmó el presidente interino, ya cuenta con 250.000 inscriptos.
“Este sábado, todos los que están registrados en el voluntariado van a recibir información de un cabildo (una asamblea vecinal) para organizar el proceso de ingreso de la ayuda humanitaria”, anticipó. “Para que ingrese la ayuda humanitaria necesitamos organización y movilización. Este domingo tendremos campamentos humanitarios itinerantes. Todo lo que estamos haciendo es para evitar que sigamos viendo a venezolanos sufrir”.
Por qué Venezuela necesita la ayuda humanitaria
Miles de venezolanos aguardan la entrada de alimentos y medicinas en el país, donde el 86% de los hogares no tiene comida y el 76% de hospitales está desabastecido, según la ONG Salud para Venezuela.
Guaidó recordó también que 300.000 venezolanos se encuentran hoy al borde de la muerte por la falta de alimentos y medicamentos, y otros dos millones están en riesgo de perder su vida por falta de atención médica.
Por su parte, Maduro y el oficialismo fueron contundentes a la hora de rechazar que los cargamentos ingresen en el país, ya que ello supondría un reconocimiento implícito del fracaso de su gestión y efectivizaría una supuesta “intervención” de Estados Unidos.
Sin embargo, el presidente aseguró que no ordenará al Ejército atacar si los ciudadanos tratan de formar una “cadena humana” para hacerla entrar en el país.