La inflación no sólo fue la más alta en los últimos 28 años sino que además fue todavía mayor para los sectores más vulnerables.
En enero pasado, la Canasta Básica de Total (CBT), que marca la línea de la pobreza, aumentó 3,7%, muy por encima del nivel general de inflación que fue de 2,9%, y determinó que una familia necesitó 26.442 pesos para no ser pobre, según informó este jueves el INDEC.
De acuerdo con el informe del INDEC el avance de la CBT en los últimos 12 meses también estuvo por encima de la inflación lo que deja en evidencia que el avance de los precios golpea con especial dureza a los sectores más vulnerables. Mientras que la inflación en el último año llegó al 49,3%, la más alta de los últimos 28 años, la CBA aumentó durante ese mismo periodo un 55,8%, 6 puntos por encima del nivel general de inflación.
En tanto la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca la línea de la indigencia, también aumentó 3,7% según el INDEC. De esa forma, una pareja con dos hijos requirió ingresos por 10.557 pesos para no ser considerada indigente.
A lo largo del último, las líneas de indigencia y de pobreza avanzaron a ritmos similares con la tendencia general de los precios. Los valores de las canastas básicas tuvieron su mes de mayor incremento en septiembre, justo en el mes en que el IPC llegó a su pico de 2018, con 6,5%. En esa ocasión la CBA aumentó 8,7% mensual y la CBT un 8,1%.
La canasta alimentaria y la total definen la variación que tendrán los indicadores de pobreza e indigencia en el país. Cuanto más alta sea la brecha entre el aumento de los salarios y el encarecimiento de las canastas mayor impacto tendrá en la cantidad de pobres e indigentes. En marzo el INDEC publicará los números finales de 2018, en el que se espera un fuerte incremento, producto de la caída del poder adquisitivo del salario.