Macri no dudó en fotografiarse con Rocca apenas unas horas después de que el hombre más rico de la Argentina tuviera que declarar ante el juez Bonadio por el supuesto pago de coimas durante el kirchnerismo. Ello no le impidió dar el primer paso hacia la judicialización por la quita de subsidios a Tecpetrol.
En la Casa Rosada no pueden ocultar su asombro. O por lo menos juegan a la perfección el papel de sorprendidos ante la decisión de Paolo Rocca de dar los primeros pasos hacia la judicialización de la decisión del gobierno de Mauricio Macri de recortar los subsidios a la producción de gas en Vaca Muerta. Porque bien saben los CEOs que recorren los pasillos de Balcarce 50 que las buenas relaciones entre hombres negocios siempre son mejores si los negocios prosperan.
La resolución de la secretaría de Energía anunciada a las petroleras por Gustavo Lopetegui que abrió una cuña en la aceitada relación entre Macri y el dueño de la mayor fortuna en la Argentina se inscribe en el marco de las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) por ajustar hasta que duela para así alcanzar la tierra prometida del déficit cero.
Tecpetrol, la pata petrolera de Techint y la principal afectada por la resolución de Lopetegui presentó este jueves un recurso administrativo en el Ministerio de Hacienda que maneja Nicolás Dujovne para rechazar y pedir que se deje sin efecto la decisión de la Secretaría de Energía que depende de esa cartera.
En el texto, que lleva la firma del presidente de Tecpetrol Carlos Ormachea, la empresa aduce que la decisión del gobierno de Macri “afecta derechos adquiridos de la Sociedad que habìan sido reconocidos por la propia conducta del Estado”.
Se trata del primer paso que da la empresa en el camino que, de no mediar una vuelta atrás por parte del gobierno de Cambiemos, se prevé terminará en una millonaria demanda contra el país.
La escalada en la disputa había comenzado horas antes cuando Tecpetrol informó que, merced de la decisión de la Secretaría de Energía, se iba a ver obligado a bajar 3 de los 4 equipos de perforación que están trabajando en Vaca Muerta lo que redundaría en la pérdida de más de 300 puestos de trabajo.
Fue la primera bala disparada desde las huestes de Rocca hacia el corazón de un Macri que aspira a lograr este año la reelección y que sabe que el aumento del desempleo será uno de los tantos frentes en materia económica y social que explotará hasta el cansancio la oposición durante la campaña.
Al mismo tiempo, y en una sincronización pocas veces vista, tanto Tecpetrol como el titular del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra acusaron a Macri de caer en aquello mismo que criticaba a la ex presidenta Cristina Kirchner: el constante cambio de las reglas de juego.
“No me va a temblar el pulso si hay que romper todos los acuerdos que se hicieron” disparó días atrás ante una asamblea de la que participaron más de 20 mil petroleros. Y siguió: “No vamos a permitir que ahora nos vengan a cambiar las reglas. No vamos a aceptar ni un solo despido”.
Pereyra puso así en entredicho también la estrategia del gobierno de Macri de hacer pasar su ansiada flexibilización laboral por cuotas y por medio de acuerdo sectoriales tal como el alcanzado con los petroleros para incentivar el desarrollo de la actividad. El caso de los petroleros podría llevar a otros dirigentes sindicales a pensarselo dos veces antes de aceptar una flexibilización de los convenios colectivos de trabajo a cambio de la supuesta creación de nuevos puestos de trabajo.
“La verdad, nos sorprende, Mauricio (Macri) lo bancó en su peor momento”, confiaron a Letra P fuentes del gobierno tras el rechazo de Techint a la quita de subsidios. Se referían a la foto que un sonriente Macri se sacó con Rocca apenas unas horas después de que el dueño de Techint desfilara por los pasillos de Comodoro Py salpicado por la mugre de la denominada causa de los cuadernosen la que se investiga el supuesto pago de coimas durante el gobierno de Cristina Kirchner.
La escalada recién comienza. Y en la previa todo indica que es Macri, en un año electoral, y no Rocca el que tiene más para perder en esta disputa.