Pappo tenía dos grandes pasiones: La música y los fierros, amante de las motos y de los autos de carrera donde también pudo participar.
Pappo fue un apasionado del automovilismo, en algún momento de su vida pudo darse el gusto de incursionar en el deporte motor, llegó a las pistas y contaba su experiencia así: “Mi primer auto de carrera lo compré en el 80, era un TC bonaerense con motor Torino, carrocería Ford 40. El segundo fue una Datsun 280, el tercero una Nissan y el cuarto una coupé Chevrolet de TC 4000”.
Pappo, admirador desde siempre de Carlos Reutemann, aceleró a fondo en las categorías de Supercart, TC Pista y GTA, donde hizo su único podio: llegó a un tercer puesto en La Pampa. “Pero yo nunca fui a correr para ganar ni para perder. Yo voy para dar vueltas porque me gusta andar rápido en un lugar donde todos andan rápido”
Cuando le preguntaban si no tenía miedo cuando corría, el “Carpo” respondía que “la adrenalina es bárbara, cuando corrés todo lo demás se olvida”.
Pappo falleció el 25 de febrero de 2005 en la localidad bonaerense de Luján. Según fuentes policiales, el guitarrista, tras haber cenado en un restaurante, viajaba en su motocicleta Harley Davidson seguido por otra moto en la que viajaban su hijo Luciano y su nuera. Al llegar al paraje Estancia La Blanqueada, ambos vehículos se rozaron haciendo que Pappo perdiera el control, cayendo al pavimento y siendo arrollado por un Renault Clío que se dirigía en sentido contrario, provocándole la muerte.
Sus restos fueron despedidos al día siguiente en el panteón de músicos de SADAIC, en el cementerio de la Chacarita (Capital Federal, Argentina) por sus seres queridos y por una multitud de fanáticos que no cesó de corear sus canciones y su nombre