Daiana Díaz tiene 22 años, es de Ramos Mejía y hace tres que está en una relación abierta. “Ninguno maneja los sentimientos de la otra persona”.
ino “poliamor” fue furor este último tiempo a partir de las polémicas declaraciones de la actriz Florencia Peña, quien admitió mantener una relación abierta con Ramiro Ponce de León. “Es cuando uno tiene una relación en la que abre el juego y dice ‘tengamos una relación más abierta’. Yo no creo en la monogamia ni en la exclusividad y cuando uno empieza a avanzar en la vida, hay un montón de cosas que te empiezan a pasar y esto me pasó a mí“, detalló la actriz.
En términos generales, el poliamor es la tendencia, preferencia o hábito de relacionarse amorosamente con más de una persona a la vez y en un contexto en el que todas las personas involucradas son conscientes de esta situación. No sólo involucra afectos con su pareja sino también con otras personas y eso no significa que se estén cometiendo infidelidades.
Daiana Díaz tiene 22 años y es de Ramos Mejía, ella se encuentra en una relación abierta desde hace tres años y cuenta como viven diariamente su vínculo: “Tratamos de no etiquetar con un término a nuestra relación, pero para explicarle a alguien más diríamos que es una relación abierta, donde el amor de pareja lo conservamos para nosotros, y lo que compartimos con terceros sería salidas, mensajes, besos, y encuentros sexuales. Pero ninguno maneja los sentimientos de la otra persona, asi que si llegaran a florecer otras emociones no me gustaría prohibirlos”.
Escuchamos sobre el mito de la “media naranja” desde que tenemos uso de la razón, lo tenemos tan interiorizado que vivimos buscándola y nos creemos seres incompletos. Pero pensar que el otro es el todo puede llevar a relaciones codopendientes y hasta tóxicas. Pensar que no somos nadie sin otra persona es restarnos inportancia y valor a nosotros mismos. El poliamor, en este sentido, lo vive de una manera más libre.
“Hay que pensarse siempre como una persona ya completa, porque muchas veces pensamos que estando en una relación la otra persona debe llenar el vacío que nos falta, pero después de pensarlo mucho me di cuenta que solo la pareja está para compartir algunos momentos de tu vida, no toda, la única persona que va a estar toda tu vida, es uno mismo. Así concibo mi relación, disfrutando y tratando de demostrarle mi amor que tengo hoy, y trabando los miedos a que el día de mañana se termine todo“, indica Daiana.
Como toda relación, practicar el poliamor, para la joven, también conlleva sus puntos negativos y positivos. Y los detalla de esta manera: “En cuanto a lo positivo creo que no hay hipocresía, sabemos que a los dos nos pueden llegar a atraer, gustar otras personas, y si lo hablamos previamente podemos llegar a conocerlas y tener más experiencias de vida“, asegura.
Y agrega: “En cuanto a los puntos negativos pienso que existe el auto-boicot, muchas veces se cae en la idea de que tu pareja busca a alguien más porque uno no es suficiente. Y seguramente sea así, pero solo en algunos ámbitos. No tenemos por qué tener todo lo bueno y lo necesario para el otro. Si hay alguien más con quien se lo pueda compartir, ¡mejor!“.
La fidelidad no es algo que queda solamente en las parejas tradicionales, en el poliamor también se habla de ello y se practica desde otro punto. “En este tipo de relación también hay que ser fieles. No por tener la posibilidad de estar con más personas podemos engañar a la pareja que decimos amar. Es muy importante también el tiempo compartido, podemos estar fuera de casa un finde, pero no todos”, asegura Díaz.
Lo que hoy somos es el reflejo de construcciones sociales de años, construcción de valores e ideas que ni nos animamos a cuestionar. “Las presiones sociales y culturales nos han guiado hasta acá, donde aún hoy hay personas que, por ejemplo, critican a la homosexualidad alegando que no es algo biológico o natural. Si hablamos de perpetuar la especie la monogamia heterosexual se adecúa perfectamente a la norma. Pero si se trata de expandir nuestros deseos (siempre y cuando no dañe al otro) ¿por qué reprimirlos? No creo que haya nadie que me castigue por querer vivir mi sexualidad a pleno“, comenta la joven de Ramos Mejía.
Los celos no le escapan a nadie, y es que es una emoción propia del ser humano. La opinión generalizada es que en las relaciones no debe haber sentimientos de propiedad y que quien confía en su pareja no debería sentir celo alguno. El poliamor rompe con esta filosofía, pero los celos están presentes igual.
En cuanto a esto Daiana responde: “Existen celos hasta cuando mi madre le regala ropa a mi hermano y a mí no. Ese sentimiento viene de pensar que los demás están para nosotros, de querer adueñarnos del otro. No digo que no sienta celos, solo que trato de analizarlos, y no armar un embrollo solo porque le puso Me Gusta a una foto de Facebook de otra chica y a mi no. A veces no me sale muy bien“.
Entendemos entonces que cada uno tiene la libertad de entablar relaciones amorosas con otras personas pero ¿se puede querer a dos personas a la vez y no volverse loco?, y en esto la clave es la confianza y compartir y contar a la pareja las experiencias que tienen con otras personas.
“Tratamos que los temas de conversación no se basen exclusivamente a eso. Cuando hay algo que consultar, o preguntar, nos tomamos un rato, y lo conversamos. Puede llevar varios días, varios desacuerdos, quizás algunas peleas, pero también nos sirve para crecer como personas. Siempre desde el lugar de no hacer sufrir ni lastimar a la otra persona. Preferimos contar previamente que es lo que tenemos pensado hacer, sin ir a detalles. Pero como todo en la vida, hay veces que suceden cosas que no las esperabas“, finaliza la joven.
Florencia Peña, jurado de ShowMatch, explicó cómo vive su relación de “poliamor” con Ramiro Ponce de León: