Desde esta madrugada, habitantes de las comunidades vecinas y 40 activistas de la ONG ambientalista Greenpeace están bloqueando el ingreso al predio y a un basural de la empresa Treater S.A. en la localidad neuquina de Añelo. Se trata de un lugar ubicado a 100 kilómetros de la capital provincial, en el corazón de la Patagonia argentina, donde distintas empresas petroleras vierten sus desechos provenientes del fracking en el yacimiento de Vaca Muerta.
Debido a esos desechos, la población de Añelo, comunidades indígenas, los campos agrícolas cercanos y el Río Neuquén podrían estar expuestos a la contaminación por las irregularidades de la instalación, según denuncia la organización ambientalista.
Infobae estuvo en el predio, en medio de los piletones, donde desde 2012 se vierten los desechos petroleros, a cielo abierto. En total, el basural ocupa 13,6 hectáreas, el equivalente a 15 canchas de fútbol.
En Vaca Muerta hay aproximadamente 830 pozos y cada uno genera entre 600 y 850 metros cúbicos de residuos por mes que circulan hasta las plantas tratadoras, atravesando ciudades, comunidades, zonas productivas y cursos de agua.
“Estamos en el corazón de la contaminación de la Patagonia”, dijo Diego Salas, Director de Desarrollo de la ONG, delante de un piletón espeso que parece una mezcla de lava y petróleo del que salen burbujas. El poco líquido que asoma es marrón.
El olor es indescriptible. Es imposible respirar más de un minuto sin utilizar máscaras especiales. Pese a ello, a los trabajadores del lugar no les son provistos estos materiales como tampoco los cascos ni zapatos de seguridad para estar en continuo contacto con este tipo de residuos y hedores.
En Vaca Muerta hay aproximadamente 830 pozos y cada uno genera entre 600 y 850 metros cúbicos de residuos por mes que circulan hasta las plantas tratadoras, atravesando ciudades, comunidades, zonas productivas y cursos de agua
Dos de los activistas de la ONG tomaron muestras de esos desechos que volverán a ser analizadas. Antes se había hecho y los resultados fueron alarmantes: altos niveles de polución que evidencian la falta de protección y una contaminación directa en los suelos y potencialmente en las napas.
En tanto, en los residuos se hallaron hidrocarburos, componentes volátiles y metales pesados que podrían alcanzar a comunidades cercanas al vertedero.
Manifestación y acampe
En las últimas horas, 33 activistas montaron un camping en el interior de la planta, a pocos metros de uno de los piletones. A poco más de una hora de iniciado el acampe, un camión con residuos intentó pasar a verter los desechos, pero fue impedido por los manifestantes.
En la puerta, junto a los ambientalistas se están concentrando representantes de las comunidades perjudicadas por la contaminación que provocan los desechos.
“Estamos acá para denunciar y exponer una vez más la negligencia y el nulo control con el que opera la industria petrolera”, explicó Leonel Mingo, miembro del programa de Clima y Energía de Greenpeace.
Además, agregó: “Con este doble bloqueo impedimos tanto el ingreso de camiones con material tóxico como su disposición en el vertedero y esperamos que las empresas petroleras dejen de contaminar el ecosistema de la Patagonia con sus residuos tóxicos y que cierren este basurero que viola leyes provinciales y nacionales”.
Lo que sucede en el interior de la planta salió a la luz tras la investigación del caso publicada en diciembre pasado por Greenpeace. Allí, la organización reveló la existencia del vertedero tóxico con residuos peligrosos que no son tratados con las regulaciones correspondientes que exige la Ley Provincial de Neuquén N°1875.
Según el reporte científico de la organización ambientalista, la descarga tóxica se está depositando directamente en el suelo sin una zanja de drenaje adecuada y sin revestimiento de impermeabilización.
Greenpeace reveló la existencia del vertedero tóxico con residuos peligrosos que no son tratados con las regulaciones correspondientes que exige la Ley Provincial de Neuquén N°1875
Este vertedero se encuentra apenas a 5 km de la ciudad de Añelo, a 4,9 km de campos agrícolas y a 3,7 km del Río Neuquén, con lo que viola el decreto N° 2263 de la Ley Provincial de Neuquén y la Ley General de Medioambiente N° 24051.
Durante la investigación, además, miembros de la ONG tomaron muestras de los residuos en las que se encontraron altos niveles de polución que evidencian la falta de protección y una contaminación directa en los suelos y potencialmente en las napas. En los residuos se hallaron hidrocarburos, componentes volátiles y metales pesados que podrían alcanzar a comunidades cercanas al vertedero.
Al publicar los resultados, Greenpeace le envió una carta a las autoridades provinciales, a los CEOs de la empresa recolectora de los residuos peligrosos y de las compañías petroleras implicadas para que den una respuesta.
La empresa Treater alegó que sus operaciones son legales sin tomar en consideración los hallazgos. “Las empresas continúan usando los servicios de Treater a sabiendas de las graves irregularidades que expone nuestra investigación. Este es un ejemplo más de cómo opera la industria petrolera en el yacimiento: Vaca Muerta no puede continuar siendo una zona de sacrificio”, finalizó Mingo.
En apoyo a la organización ambientalista, la Confederación Mapuche de Neuquén (CMN) acompañó el reclamo y en noviembre realizó una denuncia con el objetivo de que el Ministerio Público Fiscal inicie una investigación para determinar las posibles responsabilidades penales.
“Es muy importante que se aplique justicia y se marque la responsabilidad penal que tienen los funcionarios del área de ambiente del Estado y los gerentes de las empresas petroleras y se los sancione penalmente, para detener tanto abuso e impunidad.” afirmó Héctor Jorge Nawel, coordinador de la zona Xawvn Ko, de la CMN.
Fuente: Infobae
