Yoko Ono nació en Tokyo a las ocho y media de la mañana de un nevado día, el 18 de febrero del año 1933. Hace 83 años. Vio la luz en una residencia palaciega, en las colinas de la capital japonesa, cerca de la residencia del mismísimo emperador Hirohito y rodeada de treinta y tres sirvientes, pendientes de lo que la niña necesitara.
El abuelo paterno de Yoko era descendiente directo del noveno emperador de Japón. Y descendiente de una familia de samurais. Fundó el Japan Industrial Bank. La madre de Yoko tenía un abuelo llamado Zenjiro Yasuda, el fundador del Banco Tasuda. Era la familia más rica del Japón.
Samurais, emperadores, banqueros, millonarios y jesuitas. En mi última entrevista con Yoko se puso muy misteriosa y me reveló algo que me dejó perplejo. “¿Sabes que tú y yo tenemos la misma ascendencia española?”. Y me contó la historia de una pariente muy lejana, de la familia de su madre, los Yasuda, que tuvo una relación con un jesuita y de esa relación nació una criatura que fue muy importante en la familia de Yoko.
Yoko conocía historias de los jesuitas del antiguo Japón. Sabía perfectamente quién era san Francisco Javier y hasta recordaba al primer japonés bautizado por un jesuita en la isla Kyusho. Los jesuitas llegaron al país del Sol Naciente en el siglo XVI.
Boda en el Peñón
Yoko me contó que Gibraltar debía ser español. Le pareció desagradable el enclave británico. Yoko y John se casaron en la vieja colonia británica, porque era en el único lugar donde podían hacerlo. Lennon dijo que era formidable casarse en la Roca del Fin del Mundo, como llamaba a Gibraltar. Llegaron al Peñón en un avión alquilado y se dirigieron directamente al consulado británico. La boda duró diez minutos y volvieron al avión precipitadamente para regresar a París. Era 20 de marzo de 1969. Yoko me contó que jamás ha vuelto al “horrible” Gibraltar.
Aquella conversación sobre los jesuitas nos llevó a un episodio en Palma de Mallorca. Se acordaba hasta del día: 23 de abril de 1971, justo un año después de la separación de los Beatles, John y Yoko fueron detenidos en el Hotel Meliá Palma.
La pareja estaba acusada de haber secuestrado a una niña llamada Kyoko, hija de Yoko y de Anthony Cox, un mal músico de jazz y el segundo marido de Yoko. Cox había reclamado la custodia de la niña. John y Yoko se la habían llevado a su hotel. Tuvieron que devolver la niña a su padre. No llegaron a estar en la cárcel y se marcharon en un avión en París. Yoko dice que la policíano fue tan salvaje con ellos, como se ha escrito en ocasiones.
Paul McCartney y su obsesión con Yoko
Fue Paul McCartney quien empujó a John Lennon a conocer a Yoko Ono y visitar una exposición de la japonesa, en los salones de la librería Indica, que era propiedad del marido de Marianne Faithfull, luego novia de Mick Jagger. Yoko presentaba una serie de Unfinished Paintings. Lennon llegó antes de que se abriera la exposición, el 7 de noviembre de 1966. Uno de los extraños objetos de arte era una escalera, con una lupa colgando del techo. John se subió a la escalera. Arriba, en el techo, ponía la palabra ‘Yes’. Desde ese momento estuvo atado a Yoko toda su vida.
Yoko siempre me ha demostrado que detesta a Paul McCartney, aunque sea hipócrita últimamente, hermanados por intereses comerciales. Me contó una anécdota muy curiosa de la obsesión de Paul con ella. Hace unos años, McCartney quiso lanzar un álbum recopilatorio con todas sus canciones de amor, incluida ‘Yesterday’, y algunas baladas de los Beatles para mezclarlas con otras suyas de Wings y sus álbumes en solitario. La petición de McCartney fue denegada, y Yoko me contó que ella no había impedido el permiso. El que había vetado el proyecto había sido el mismísimo Ringo Starr. Pero Paul le echó la culpa a ella. Paul dijo un par de meses atrás que Yoko Ono no tuvo la culpa de la separación de los Beatles. Ella reaccionó con alegría infinita, pero los tres beatles odiaban su presencia en las grabaciones desde el ‘Album Blanco’, hasta el final. Son hechos.
Pero ella es la mujer que dio nombre a una canción los Beatles: ‘La balada de John y Yoko’, una espléndida canción, por cierto, que grabaron solos John y Paul, con Yoko de única testigo.
Casi siempre vivió en Nueva York. Sólo admite entrevistas, tras conocer al personaje a través del Tarot, con tu fecha de nacimiento.
Ella me ha repetido varias veces que jamás dijo que la música de los Beatles era pura basura comercial. Simplemente, eran unas canciones pobres con respecto a lo que ella sentía. Su preparación musical la tuvo en Nueva York nada menos que con Le Monte Young, un músico vanguardista, en la línea de John Cage. El primer marido de Yoko fue Toshi Ichiyanagi, amigo de Cage y quizá el más grande músico japonés de vanguardia. El autor de ‘Kaiki’, una sinfonía que mezclaba instrumentos japoneses con instrumentos occidentales. Yoko Ono estuvo casada con él desde 1956 hasta 1962. Justo el año en que arrancaron los Beatles discográficamente.
¿Cuál es la fortuna actual de Yoko Ono y el John Ono Lennon State?. Las últimas estimaciones de la revista Fortune acercan la cantidad a los 600 millones de dólares. Pero crece y crece la fortuna de esta japonesa, nieta, hija, de uno de los más ricos banqueros de Japón.
Casi siempre vivió en Nueva York. Sólo admite entrevistas, tras conocer al personaje a través del tarot con tu fecha de nacimiento. Al parecer, soy uno de los pocos previlegiados que me admite en su extraño círculo de esoterismo, justo el sentido de su vida. Una vez me llegó a decir que siente un enorme apego a todo lo egipcio. Tiene una colección de piezas maravillosas y mi álbum favorito de Yoko es precisamente ‘Feeling The Space’, en el que ella aparece como la ‘diosa del mal’, como la esfinge de Gizah.
En una de nuestras conversaciones, al final, cuando me despedía, me dijo: “Toma siempre té verde. Eso te alargará la vida”.