La venta de camionetas se derrumbó en lo que va del año ante la falta de financiamiento a tasas de interés accesibles combinada con ausencia de liquidez presente en el sector agropecuario.
En el primer bimestre de 2019 se patentaron 12.400 unidades de las seis camionetas de mayor uso en el ámbito agropecuario argentino versus 20.540 y 19.329 vehículos en el mismo período de 2018 y 2017 respectivamente, según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara).
Se trata además de un nivel inferior al del primer bimestre de 2015 (17.289 unidades), 2014 (14.685) y 2013 (13.978), pero similar al registrado en enero-febrero de 2016 (11.856), cuando la incertidumbre provocada por el proceso de sinceramiento cambiario instrumentado por el gobierno macrista (luego del descalabro promovido por el régimen kirchnerista) frenó inversiones en la mayor parte de los sectores económicos.
Las camionetas Toyota Hilux lideraron el segmento con una cuota de mercado de 40.0%, mientras que en el segundo lugar del ranking se ubicó Volkswagen Amarok con 22.5% (gracias, en buena medida, a la buena aceptación que tiene el nuevo modelo Amarok V6). Ford Ranger se ubicó en el tercer lugar con una participación del 18.2%, mientras Chevrolet S-10 capturó el 9.3% del mercado y Nissan Frontier el 3.3%.
Fiat Toro, que en 2017 fue la gran sorpresa de ventas gracias su precio muy competitivo, a partir del año pasado comenzó a experimentar un bajón de demanda debido a los problemas técnicos que tuvieron muchos de sus modelos (motivo por el cual la cuota de mercado este año se redujo a 6.8% versus 8.1% y 11.3% en el mismo período de 2018 y 2017 respectivamente).
Este año comenzará a comercializarse en el mercado argentino la nueva camioneta de Renault (Alaskan) y la chata Mercedes-Benz Clase X, con lo cual la competencia en el segmento seguirá incrementándose.
“Seguimos transitando meses con números negativos, situación que seguramente seguirá hasta junio (de este año)”, pronosticó Dante Álvarez, Presidente de Acara, quien resaltó que la caída de ventas se debe fundamentalmente a “un mercado con financiación prácticamente inexistente, algo que para nuestro sector siempre ha sido clave; habrá que ver en la segunda mitad del año con que realidad nos encontramos”.