Las autoridades aduaneras de China suspendieron el permiso de importación del auto eléctrico estadounidense Tesla Model 3 por “irregularidades” en el etiquetado de sus partes, dejando varados en Shanghai a unas 1.600 unidades del producto más económico de la compañía de Elon Musk.
También se ordenó a Tesla no vender ni utilizar los Model 3 que ya recibieron el permiso y fueron retirados del puerto, de acuerdo a una notificación oficial presentada por las autoridades el 1 de marzo, según indicó este martes el periódico financiero Caixin.
Entre las irregularidades detectadas se encuentra la falta de etiquetas en chino para diferentes partes, como por ejemplo los frenos, así como una capacidad real del motor diferente a la declarada, señaló la Administración General de Aduanas de China.
En total, la medida afecta a unas 1.600 unidades del vehículo, el más barato en la gama de productos de Tesla. Imágenes publicadas en la agencia Reuters muestran decenas de Model 3 en el puerto de Shanghai.
Además, los inspectores chinos han redoblado esfuerzos para controlar otros modelos de la compañía para potencialmente también suspender esos permisos, si se hallaran irregularidades similares.
Hasta ahora la empresa del magnate Elon Musk, famoso también por su compañía de vuelos espaciales Space X, no se ha pronunciado oficialmente sobre el altercado.
Aunque, de acuerdo a Caixin, Tesla señaló ante las autoridades chinas que la razón del etiquetado errónea se debe a “una configuración equivocada de las impresoras” y al “accionar de los trabajadores”. De esta manera se encontraban buscando solucionar el problema.
Pero la noticia llega en un momento en el que la compañía intenta impulsar las ventas en Chinas tras una fuerte caída provocada por la llamada “guerra comercial” entre Washington y Beijing.
Además, las acciones de Tesla se encuentran en un período de volatilidad y llegaron a desplomarse un 8% a comienzo de 2018, luego de que se reportaran ventas por debajo de lo esperado.