En la esquina del choque no quedaron huellas de frenada, el utilitario de la víctima fue arrastrado más de 30 metros y el conductor que lo embistió tenía el hábito de circular a alta velocidad por la misma avenida. Esos elementos enumeró la jueza Marcela Canavesio al dictarle la prisión preventiva por dos años a Gastón Abraham D., el joven que la semana pasada atropelló y mató a Fabián Cragnolino en San Martín y Garibaldi. Quedó imputado de cometer un homicidio simple y esbozó un pedido de disculpas: “Antes que nada pido perdón”.
Desde temprano, la explanada de acceso al Centro de Justicia Penal se pobló ayer de carteles reclamando justicia por la muerte de Cragnolino, tesorero de la comuna de Ibarlucea y empleado de la empresa Lime. “Ibarlucea pide justicia por Fabián”, decía un pasacalle bajo el cual se reunió casi un centenar de personas. “Se pudo evitar. No fue un accidente, fue un asesinato”, decían las consignas que sostuvieron en alto más de dos horas.
La audiencia imputativa a D. arrancó puntualmente a las 9 en una sala del segundo piso. El joven de 21 años fue acusado por la fiscal Valeria Piazza Iglesias como autor de un homicidio simple con dolo eventual. Esto quiere decir que se representó la posibilidad de causar una muerte y a pesar de eso continuó con una conducta calificada de “temeraria”. Se trata de una figura penal con 8 a 25 años de prisión, más grave que el encuadre culposo (cometido con negligencia) que suele aplicarse a los siniestros viales.
El siniestro
La sala estaba colmada de allegados a Cragnolino, un hombre de 40 años y padre de tres chicos de 4, 7 y 10 años. Junto a la fiscal se sentó su esposa, Julia Coria, quien prevé constituirse como querellante en la causa penal. Piazza Iglesias arrancó su exposición con una descripción detallada del momento del impacto.
Fue el miércoles pasado a las 22.45, cuando D. circulaba en un Ford Focus gris patente PGM 688 por avenida San Martín hacia el sur. Al llegar al cruce con Garibaldi, “sin accionar los frenos”, impactó de frente contra el utilitario Renault Kangoo del tesorero.
Cragnolino trabajaba en la supervisión del servicio de recolección de residuos de Lime y recién comenzaba a atravesar la avenida. El Focus dio de lleno contra la parte delantera izquierda del utilitario y lo arrastró a lo largo de 36 metros hasta terminar sobre el cantero central. El tesorero falleció en el momento a causa de traumatismos múltiples. D. fue derivado al Heca con un golpe en la cabeza, obtuvo el alta y el viernes fue detenido en su casa de Laprida al 4200, a la vuelta de la esquina del siniestro.
La fiscal planteó que iba a una “velocidad inusitada” que aún debe ser determinada por la pericia accidentológica. Insistió en que corría de una manera “despiadadamente rápida” y dijo que “no frenó en ningún momento”.
“Lo más grave es que la conducta es habitual. Hace pruebas de velocidad por avenida San Martín”, detalló la fiscal antes de mencionar un video del conductor, subido a redes sociales, en el que se filmaba a sí mismo al volante: “Ay, pruebo la cupecita. Voy a 160, 180. ¡Cuando lo vea mi familia cómo se va a poner!”, dice D. en ese registro del 31 de diciembre de 2017.