El uruguayo habló con Blog Deportivo, por Radio Blue, donde lejos de retractarse redobló la apuesta y siguió con el mismo tono en cuanto a las declaraciones que brindó luego del cotejo en Córdoba.
En el arranque de la entrevista, se refirió a su relación con la hinchada, y la describió de la siguiente manera: “Tengo la hinchada dividida, la mitad con mi mamá y la mitad con mi papá”.
Mientras que luego se le preguntó por la frase que tiró luego de la derrota ante la “T”, cuando manifestó que los jugadores tenían “miedo a jugar”, y explicó: “Dije la verdad que siento y veo, los jugadores tienen miedo de jugar. El miedo es una emoción negativa que al mismo tiempo sino la tuviéramos no estaríamos vivos, nos hace estar pendientes, activos y atentos. Sin embargo ese miedo a veces lo lleva a uno a acobardarse y salir corriendo”.
Pero no se quedó ahí, y destacó: “La idea es que un jugador pueda jugar con serenidad, vi a tantos fracasar porque los descalificamos. Pero la realidad es que estamos expuestos al juicio de cualquiera, de los que saben y de los que no tienen idea”.
Luego habló también de la relación con los dirigentes, y apuntó: “Siempre hablo con ellos. Saben bien cómo es la cosa conmigo. Si fuera por plata me quedaba en Barranquilla, estaba en el club de toda mi vida, lo que gano acá lo podía ganar en Junior, estaba dirigiendo a un equipo construido que había que seguir mejorando”.
Y en el final, apuntó: “Estamos tratando de adaptarnos a una ciudad muy particular, muy tranquila. La hinchada lógicamente quiere ganar, pero la realidad es que no vine al campeón del mundo ni al campeón de América, por eso todos tenemos que ubicarnos”.