La retransmisión en vivo del tiroteo en la ciudad Christchurch en Nueva Zelanda, que causó 50 muertos y 50 heridos el pasado 15 de marzo, generó una fuerte oleada de críticas a Facebook por no haber eliminado ese contenido antes de la red social e impedir, de ese modo, que se viralizaran las imágenes.
La compañía emitió un informe en el que brindó más precisiones del alcance de la publicación del autor de la masacre. Según Facebook, el video fue visto menos de 200 veces durante la transmisión en vivo y aproximadamente 4 mil en total antes de que la red social lo suprimiera.
“Ningún usuario reportó el video durante la transmisión en vivo”, consignó la empresa en un escrito publicado en su sitio web corporativo. “El primer informe del usuario sobre el video original se produjo 29 minutos después de que comenzó el video, y 12 minutos después de que terminó la transmisión en vivo”, puntualizó Facebook.
Asimismo, detalló que antes de que la plataforma recibiera una alerta sobre el video “un usuario de 8chan (plataforma también llamada Innitechan) publicó un enlace a una copia del video en un sitio para compartir archivos“. No obstante, en las primeras 24 horas después del tiroteo, se eliminaron alrededor de 1.5 millones de videos del ataque a nivel mundial. “Más de 1.2 millones de esos videos fueron bloqueados en la carga, y por lo tanto se les impidió ver en nuestros servicios”, aseveraron. Entre las acciones que llevó a cabo, la compañía suprimió las cuentas personales del sospechoso nombrado de Facebook e Instagram así como trabaja para seguir “identificando y eliminando activamente cualquier cuenta impostora que surja”.
Por otro lado, además de remover el archivo original de Facebook Live, los expertos de la red social lo dividieron en partes para que “otras acciones visualmente similares a ese video se detecten y se eliminen automáticamente de Facebook e Instagram”.
“Nuestros corazones están con las víctimas, sus familias y la comunidad afectada por los horribles ataques terroristas en Christchurch. Seguimos conmocionados y tristes por esta tragedia y estamos comprometidos a trabajar con líderes en Nueva Zelanda, otros gobiernos y en toda la industria de la tecnología para ayudar a contrarrestar el discurso del odio y la amenaza del terrorismo. Continuamos trabajando las 24 horas del día para evitar que este contenido aparezca en nuestro sitio”, remarcaron.