Pedir un vaso de agua en un bar o restaurante es algo cada vez más habitual. Y, como dice el dicho popular, eso no debe negársele a nadie. En Rosario, la ordenanza conocida como Derecho de Jarras fue sancionada en 2015 y comenzó a implementarse desde hace dos años. Establece que los locales gastronómicos deben ofrecer agua a los clientes de forma libre y gratuita.
Aníbal Faccendini, docente de la Cátedra del Agua de la UNR e impulsor de la propuesta, explicó que el 70 por ciento de los negocios ya cumple la normativa. “Algunos se hacen los pícaros y hasta llegan a cobrar la jarra como si fuera envasada. Creemos que la normativa es una propuesta cultural que está ganando terreno. Un vaso de agua es un derecho humano”, señaló.
“Hay un sector minoritario, un 30 por ciento, que se hacen los reticentes y los pícaros. Hace poco por eso se inició un sumario contra Café Martínez, en la zona de Puerto Norte, donde una mujer denunció que le negaron el derecho a tomar agua de la canilla”, recordó Faccendini.
El docente mencionó que los dueños de bares y restaurantes que no cumplan con la normativa pueden ser multados y los locales clausurados: las sanciones arrancan desde los 2 mil pesos y, las clausuras, llegan hasta los 90 días.