Son datos relevados por el Centro Comercial. La mitad de los consultados opina que el actual nivel de ventas se mantendrá deprimido en los próximos meses. Estrategias para sostener las puertas abiertas. Poca participación en la modalidad de venta on line.
Como todos los meses, en febrero el Departamento de Investigaciones Económicas y Sociales (Dies) del Centro Comercial de Santa Fe relevó la situación en el sector, dentro de la ciudad de Santa Fe, y concluyó en que la actividad lleva 14 meses consecutivos con caídas interanuales constantes.
Así lo explicó Carlos Arese, titular del organismo encargado de esta medición que involucra alrededor de cien comercios ubicados en distintas zonas de la ciudad -macrocentro y principales avenidas- y 19 rubros tipificados. “Lo notable es que todos los rubros dan en baja aunque con distinta intensidad”, explica. Y menciona a modo de ejemplo que “el que baja menos, pero baja, es alimentos y en la otra punta, con una caída más pronunciada están los artículos ‘suntuarios’ como marroquinería, joyería, bijouterie”. Todo esto con el agravante de que “2019 está en un espiral mayor de caída porque estamos comparando con un 2018 que ya tenía esa tendencia”.
La encuesta es mensual y está en línea con la que realiza la Confederación Argentina de la Mediana empresa (Came) que presenta su informe nacional también todos los meses. La metodología es similar, para homogeneizar la información y, como se verá, los resultados también.
Sin consumo
El relevamiento se hace en comercios pequeños y medianos, es decir, “la típica unidad de negocios que vemos en Santa Fe que es casi familiar”.
Con varios años en el oficio, Arese recuerda que el último mes “bueno” fue diciembre de 2017, “nada excepcional pero fue considerado positivo por los comerciantes”. A partir de ahí y a lo largo de 2018 comenzó una caída que se sostuvo también en los dos primeros meses de este año y, en la opinión de casi la mitad de las fuentes consultadas, se va a mantener deprimida en los próximos meses.
En la práctica y a la hora de hacer la encuesta, se pregunta a quienes están al frente de un negocio cuánto vendió en comparación con el mismo mes del año anterior en pesos y también en cantidad de artículos, a fin de evitar que la inflación distorsione los datos. “Nos encontramos con comercios que tienen una administración más detallada que otros, pero en 2018 empezamos a observar que se registraban caídas importantes”, no solo en los primeros meses del año que son más difíciles de remontar, sino a lo largo de todo el período.
A igual conclusión llegó Came; “es decir que Santa Fe no es una isla sino que se trata de una caída generalizada que tuvo al consumo como una variable de la macroeconomía”, reflexiona Arese.
Una nueva meseta
Como se dijo, al inicio de 2019 el panorama se repitió, solo que la alarma sonó más fuerte: “Si estamos comparando enero de 2019 con enero de 2018 que dio a la baja, quiere decir que cotejamos baja con baja. Febrero siguió igual y ahora ya estamos en marzo”. Por eso una de las preguntas que se incluyó fue qué expectativas había para el corto plazo, es decir, los próximos meses: el 49,6 % de los comerciantes consideró que las ventas “se mantendrán” como hasta ahora, un 11,7 % prefirió no arriesgar pronósticos (señal de incertidumbre); un 16,8% cree que podrán incrementarse (algunos comercios vinculados a sus ventas “de temporada”) y un 21,9 % cree que continuarán descendiendo.
Estos resultados pueden ser interpretados como “una resignación a un nuevo piso de actividad, una nueva meseta. Es decir que si antes ese comerciante vendía 100 y ahora vende 50, planea acostumbrarse a este nuevo número”.
Contención de personal
La otra cara de esta situación es el esfuerzo del sector para contener a su personal, salvo en aquellos casos -varios y recientes- en que las puertas de los comercios se cerraron en forma definitiva. “Es probable que esa contención sea posible porque el comerciante ha hecho a través del tiempo una inversión en su personal en cuanto a capacitación y, por otro lado por la relación que se genera entre ambos, un vínculo que va más allá de la relación laboral”.
Arese aclara que en general se trata de negocios que tienen un promedio de entre 5 y 10 empleados y empleadas, pero también hay un fenómeno de micropyme familiar, muy común en el comercio de la zona.
Sobre las estrategias para mantener las puertas abiertas, Arese evalúa que “nos encontramos con diversas respuestas que van desde sostener las ventas y achicar costos. En el primer caso hacen todo lo que se pueda imaginar: ofertas, 2 x 1, descuentos y bonificaciones. El consumidor lo percibe y se volvió experto en buscar descuentos o aprovechar todas las ofertas de tarjetas”. “También es cierto que se vende resignando la rentabilidad”.
Por el lado de los costos, “se controla todo, algunos comerciantes regularon el horario de atención, cierran -por ejemplo- los sábados a la tarde, usan menos el aire acondicionado; todo lo que esté a su alcance”.
Arese reconoce que ”el comerciante ha hecho un ‘desahorro’, echó mano al ahorro que había logrado en épocas de bonanza en pos de amortiguar este período”. Pero insiste en que la pregunta es “hasta cuándo van a poder sostener esta situación”.
On line no, redes si
El desarrollo y crecimiento del comercio on line no pasó inadvertido para los encargados de relevar la situación del comercio santafesino. Y puestos a evaluar si en la ciudad se utiliza esa modalidad, el resultado fue que alrededor de un 12 % lo hace y el 88 % no ingresó en esta operatoria. ¿Por qué? Por falta de recursos, por carencia de personal especializado y falta de organización interna para la gestión, según respondieron en la encuesta.
Por el contrario, un alto porcentaje (72,4 %) utiliza las redes sociales para hacer marketing o difusión de sus productos, en particular por Instagram y Facebook.
“En este tema hay mucho por hacer y avanzar”, reconoció Carlos Arese en diálogo con este diario. Y apuntó que “desde el Centro Comercial ponemos a disposición una plataforma y profesionales que pueden dar una mano al comerciante”. “El comercio on line no va a desplazar a la modalidad tradicional de compraventa -aclaró-, sino que es una alternativa que va a fortalecer la actividad. Es lo que viene entre las nuevas generaciones”.