Datos macroeconómicos negativos y escasas señales sobre la política económica que permitan esperar una recuperación en próximos meses potencian la demanda por cobertura en dólares.
El mercado financiero argentino se despereza después de un fin de semana largo por los feriados de Carnaval. Pero en el exterior hubo operatoria y tanto acciones como bonos soberanos sufrieron caída de precios, la cual se cristaliza este miércoles en las cotizaciones domésticas.
A ese “mal clima” externo se le sumaron en las últimas ruedas las noticias desalentadoras sobre la evolución de la economía argentina. La caída de la actividad de 7% interanual en diciembre difundida por el INDEC, más las previsiones de inflación para febrero y marzo, del orden del 4% mensual, anticipan un primer trimestre de 2019 con cifras en rojo que horadan el sustento electoral del oficialismo para las primarias de agosto y las nacionales de octubre.
Este miércoles el dólar mayorista se negocia a 40,60 pesos.
En sucursales del Banco Nación la divisa de EEUU trepa 90 centavos o 2,2%, a $41,60 para la venta.
Se acerca así al récord histórico del 28 de septiembre del año pasado, de $41,89 minorista y $41,25 mayorista.
Nery Persichini, gerente de Inversiones de GMA Capital, explicó a Infobae que aún “estarían dadas para que el tipo de cambio se sitúe un poco por encima del límite inferior de la zona de no intervención. Todo lo que cotice el dólar por encima será ‘ruido electoral’, puntualmente por las chances electorales que tenga la facción más radicalizada de la oposición, que lo que propone es un cambio en las reglas de juego. Y eso es lo que está evaluando el mercado”.
El BCRA fijó una zona de no intervención para este miércoles con un piso de $38,765 y un techo de $50,167, mientras que el jueves el piso se elevará a 38,79 pesos.
“La suba de la divisa se dio luego del discurso del presidente Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso”, sintetizaron desde Research for Traders.
Nery Persichini coincidió en que “son varias fuerzas que hay para ponderar. Fue llamativo que cuando Macri dio su discurso, las acciones empezaron a caer, a priori fue una reacción negativa”. Añadió que la reciente baja de acciones y bonos “fue un movimiento de dos semanas que se profundizó” luego de la apertura de sesiones ordinarias del Congreso.
La tendencia vendedora para activos argentinos pudo observarse a partir del 14 de febrero, cuando se conoció la inflación de 2,9% en enero, más alta que lo esperado. En estas horas se conoció que un reporte de JP Morgan elevó el target de inflación para la Argentina en a un rango de 36 a 38 por ciento anual, por encima de la previsión anterior de 31,2 por ciento.
“Esta caída de los precios bursátiles es una respuesta una mayor probabilidad de ‘menor éxito’ del oficialismo en las elecciones, por definirlo de una manera. El dólar va a estar muy atado a lo que es confianza y a la evolución del Riesgo País“, refirió Persichini.
El experto de GMA Capital apuntó que en el segundo trimestre del año“va a haber un respiro del lado de la oferta, por las liquidaciones de exportaciones del agro”. Recordó además que “el segundo trimestre es fuerte en cuanto a pago de capital e interés de deuda“, para lo cual, el Tesoro contará con más de USD 10.000 millones por un nuevo desembolso del préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI), previsto para fin de mes.
PRESIÓN CAMBIARIA POR LA “ESTANFLACIÓN”
El trasfondo de los movimientos cambiarios está relacionado con la falta de reacción de la actividad económica de 2019, que se traslada a incertidumbre electoral.
Los analistas de Portfolio Personal aseguraron que “la variación interanual indica un retroceso del 7% (en diciembre de 2018) frente a diciembre de 2017, pero ello no implica que diciembre haya albergado tal caída. De hecho, todo lo contrario. Si observamos la serie sin estacionalidad, la misma refleja un rebote de 0,7% con respecto del mes anterior“.
“Esta salvedad estadística no tiene la intención de ocultar un mal año, pero sí convalidar nuestra hipótesis de que la economía habría hecho piso a fines de 2018, y desde allí comenzaría una lenta recuperación, encabezada por los sectores exportadores“, precisaron.
Un informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano detalló que tras el derrumbe registrado en la economía durante 2018 se avizoran mejores perspectivas para el corriente año. Sin embargo, es probable que la recuperación permanezca limitada al agro y el turismo, y no se extienda al conjunto de la economía.
El economista Víctor Beker, director del CENE, expresó que “el tipo de cambio revirtió también la balanza de turismo, a favor del receptivo y en detrimento del emisivo. Ya en noviembre y diciembre de 2018, el saldo pasó a ser positivo, mientras que hasta entonces venía siendo crónicamente negativo”.