Reclamos y pedidos de productores agropecuarios de esa región de la provincia. Refieren a obras inconclusas y solicitan el gobierno santafesino acciones urgentes.
En una misiva refrendada por decenas de productores agropecuarios del norte de Santa Fe, se asegura que en estos últimos años “hemos padecido como nunca la inacción del Gobierno de la Provincia de Santa Fe respecto de las inundaciones en el Norte de la provincia”. “Pero aún más nos preocupan las palabras expresadas el día 22 de enero de 2019 por el señor gobernador donde considera que no son necesarias obras en los Bajos Submeridionales y otras afirmaciones que ponen de manifiesto la falta de asesoría técnica adecuada sobre el tema, o una actitud de desinterés por la región”, agregan en el escrito.
Ante esta situación, los productores del Norte de la provincia de Santa Fe expresan que lo que está ocurriendo en esta región, agravado por las grandes lluvias, refiere sin dudas a problemas de hace varios años por falta de mantenimiento y readecuación de las obras existentes. Cabe señalar -dicen-que parte de esta zona carece de electrificación, de mantenimiento adecuado de caminos y en este contexto, de la infraestructura acorde a los volúmenes de agua que se reciben regularmente y extraordinariamente de las provincias vecinas.
LOS BAJOS SUBMERIDIONALES
Los Bajos Submeridionales, de 2.700.000 hectáreas, reciben agua de más de 160 km. de territorio chaqueño con más de 1.600.000 hectáreas de aporte y 200 km. de territorio santiagueño que aportan 2.400.000 hectáreas sus escorrentías sobre los Bajos Submeridionales santafesinos.
El CFI (Consejo Federal de Inversiones) proyectó y construyó la llamada línea Paraná de canales para cortar las escorrentías que procedían del Chaco, pero su tramo final (El Rabón), que en el proyecto original era de 64 metros de boca y luego se bajó a 32 metros, fue finalmente construido de 12 metros de ancho, resultando totalmente inadecuado para trasmitir los caudales de este circuito de canales, cargando exageradamente al Rio los Amores, y poniendo en riesgo de inundación a la población de Villa Guillermina.
EL CANAL DE “LA LOCA”
Con respecto al canal “La Loca”, es una obra que no se terminó hasta el borde de la laguna y nunca sacó agua de los Bajos Submeridionales, por lo que resulta de urgencia ensanchar y optimizar el mismo para mitigar las crecidas y acortar el tiempo de permanencia de las aguas altas.
Otra de las cuatro vías de salida del agua es el llamado canal de los Ingleses que antiguamente era solo una zanja que trasmitía las aguas de los bajos hacia el Estero la Morocha y éste los guiaba al río Paraná por el arroyo el Rey. Este canal merece también inversiones en ensanchamiento y adecuación ya que actualmente es el que está asistiendo en la zona de Cañada Ombú a la inundación de los bajos. Otra vía de alivio es la canalización de la Cañada del 45, también llamada de La Zulema que lleva sus escorrentías al arroyo el Toba y vierte al sistema Paraná por el canal del Pájaro Blanco en Alejandra.
El sistema Golondrina tal como está en la actualidad lleva sus escorrentías hacia las ciudades de Santa Fe y Santo Tomé, poniendo en peligro de inundación a ambas ciudades en sus crecidas. Por otro lado -aseguran los productores santafecinos-, Chaco y Santiago del Estero, infringiendo la Ley, encausaron más agua hacia el norte de Santa Fe mediante la creación de nuevos canales – cunetas y limpiando los ya existentes, sin haber hecho Santa Fe las readecuaciones necesarias.
OBRAS NECESARIAS
Por estas razones -indicaron- consideramos que las obras que se requieren en los Bajos Submeridionales son sustanciales para la productividad de la región, para la vida de las personas de las poblaciones involucradas y para el manejo sustentable del medio ambiente, ya que mitigarían las inundaciones a la vez que el buen manejo de sus compuertas (las existentes hoy no tienen control estatal), permitirían reservar agua en la temporada seca.
Fuente: Diario Norte