Este jueves comenzará el juicio oral y público por el caso Paula Perassi, la joven oriunda de San Lorenzo que desapareció en septiembre de 2011 cuando cursaba un embarazo de seis semanas. En el proceso serán juzgadas nueve personas, entre ellas cinco policías.
Entre los acusados se encuentran un empresario, su esposa, su chofer y una partera, a quienes se les atribuyen los delitos de “privación ilegítima de la libertad” y “aborto seguido de muerte” cometido contra Perassi, por los que podrían ser condenados a prisión perpetua.
Los otros cinco, en tanto, son policías que llegan al debate bajo arresto domiciliario y acusados de “encubrimiento, incumplimiento de sus deberes como funcionarios públicos, sustracción y destrucción de pruebas y falsedad ideológica de instrumento público”.
El juicio, que comenzará a las 8 en el Centro de Justicia Penal, estará a cargo del tribunal integrado Griselda Strólogo, Mariel Minetti y Álvaro Campos, y actuarán como acusadores los fiscales Román Mosceta y Donato Trota, quienes tienen previsto escuchar a 180 testigos.
Por otro lado, la Multisectorial Justicia por Paula Perassi y Articulación Feminista convocaron a una vigilia desde las 6 en el Centro de Justicia Penal para acompañar a los padres de Perassi, Alberto y Alicia, que desde hace años reclaman saber dónde está el cuerpo de su hija.
El caso
De acuerdo a la acusación fiscal, Perassi fue capturada el 18 de septiembre de 2011 y obligada a abortar, tras lo cual presumiblemente murió, pero su cuerpo nunca fue encontrado, incluso a pesar de la búsqueda que llevó adelante el Equipo Argentino de Antropología Forense.
La mujer, que estaba casada, tenía dos hijos varones de 2 y 6 años y cursaba un embarazo de seis semanas, salió cerca de las 20 de ese día de su casa, ubicada en la localidad de San Lorenzo, luego de recibir una llamada telefónica.
De acuerdo a la pesquisa, la mujer dijo que iba a buscar la tarea para uno de sus hijos, aunque nunca mas regresó.
Según consta en el expediente, Perassi mantenía una relación sentimental extramatrimonial con Gabriel Strumia, un empresario amigo de su familia que residía en Puerto General San Martín y estaba casado.
La principal hipótesis de los fiscales y de la querella que representan los abogados Adrián Ruiz y José Ferrara es que el embarazo de Perassi era de Strumia y que éste, junto a su mujer, su chofer y una partera, la privaron ilegítimamente de la libertad para obligarla a abortar.
Siempre según la acusación, la mujer murió y su cuerpo fue ocultado con la ayuda de jefes y agentes policiales de San Lorenzo.