Luego de escuchar durante más de quince días la voz de Mickey Mouse y con la reciente publicidad de un precandidato a concejal en la ciudad ven una avioneta y lloran…O se tapan los oídos.
Por Nicolás Kreclevich
“Hola amigos, soy Mickey Mouse” y les cuento que la publicidad sonora no está prohibida en Santa Fe, más bien lo que existe en un gris normativo que permite avionetas volar el espacio aéreo del ejido urbano y así tratar de convencer a los santafesino de ir a un circo, a un parque de diversiones o de votar a un precandidato a concejal.
Según el “Anexo A” de la ordenanza 12090, la única categoría de publicidad sonora está regulada como aquella “efectuada mediante sonidos cualesquiera sea su medio de emisión”. Sin embargo, Diego Vallejos, coordinador del Programa de Atención y Promoción de Empresas, aseguró a este periodista que se refiere a autos con parlantes y camiones con pantallas y parlantes, los vuelos publicitarios “no están regulados y por ende no permitidos” por lo que les correspondería una multa.
Desde la municipalidad, sostiene Vallejos, están acorralados ya que la ciudad de Santa Fe no cuenta con un aeródromo municipal por lo que el aeronave tiene que despegar desde Esperanza, lugar que escapa al área de control municipal. Sin embargo, la penalidad existe en el artículo 17 del anexo el cual manifiesta que “todas aquellas actividades de publicidad o propaganda no contempladas en las disposiciones vigentes, no estarán permitidas”.
El castigo monetario por la utilización de cualquier otro medio no autorizado, será de 100 a 1000 UF. La multa más económica sería de $2859 y la más cara de $28590.
El dilema está en a quién multar, ¿al titular de la publicidad (circo, precandidato a concejal)? ¿O “derribar el avión con una bazooka”?, como dijeron en modo jocoso desde la municipalidad. Hasta tanto no exista un marco regulatorio específico que sea emitido por parte de los concejales, la situación no cambiará.
Ramiro Dall’Aglio, secretario de Control Municipal, mantuvo la postura: “es el espacio aéreo” y eso escapa a la autoridad local. Trazando un paralelismo, Dall’Aglio dijo que la publicidad en avionetas “es como una fiesta que se hace en el agua entre 4 o 5 barcos, no tenemos jurisdicción más que llamar a la Prefectura para que actúe”.
La publicidad aérea es relativamente nueva en la ciudad y en este verano se incrementó, por lo que “no se contempla en el código de publicidad y propaganda. Estamos estudiando el tema para saber, vamos a consultar con ciudades como Mar del Plata o Pinamar que durante el verano tienen este tipo de acciones”, sostuvo el secretario de Control.
Una vez termine el estudio a nivel nacional, desde el Ejecutivo remitirán un mensaje al Concejo de Santa Fe para que el órgano deliberativo pueda crear una normativa que controle la actividad.
En Argentina quien se encarga de regular la publicidad aérea es la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) quien en los artículos 131 y 133 del Código Aeronáutico sienta las bases para realizar la tarea.