LA COMPRA DE LA FOX POR DISNEY, UNA DE LAS OPERACIONES DE LA DÉCADA, APUNTA A OPONER RESISTENCIA – La compañía de Mickey Mouse redobla estrategias, con nuevas franquicias y ofertas, para mantener la competitividad en el mercado. Pero el gigante del streaming responde con interactividad.
Compañías grandes de cine y TV tienen desde hace años una idea fija, cómo competir con Netflix y no morir en el intento, de allí que sean tantas las estrategias para mantenerse en pie al verse amenazadas por un gigante que se erigió con dominio apabullante en el negocio de los contenidos audiovisuales.
Disney cerró esta semana la operación de la década: la compra de activos de cine y TV de Twenty-First Century Fox por 71.000 millones de dólares, lo que le permitirá a su próximo servicio de transmisión de video ofrecer una variedad de contenido popular para competir contra Netflix. El negocio ampliará la cartera de franquicias de Disney, lo que hará confluir en un mismo sitio a Mickey Mouse, Luke Skywalker, los superhéroes de Marvel, los X-Men, “Avatar” y las franquicias “The Simpsons” de Fox.
Ante las constantes transformaciones, Netflix redobla la apuesta y se concentra en la interactividad para ofrecer un plus a su catálogo de contenidos. De ahí a que la oferta de series, películas y documentales sea diversa y atractiva hay un trecho, aunque se insista en dar al público la ilusión de renovación permanente. Los cambios de portada para cada usuario, con novedades diarias invitando a consumir los contenidos originales de Netflix, se completan con la presencia de guionistas, directores y actores top en sus filas, por caso, “The Irishman”, la nueva película de Martin Scorsese con Robert De Niro y Al Pacino, o “The Laundromat”, de Steven Soderbergh, con Meryl Streep. Y ya trabajan en futuras series los guionistas Ryan Murphy y Shondra Rhimes, entre otros.
La atracción con la que Netflix busca superar a la competencia (real y en ciernes) radica, entre otros ejes, en la interactividad. Tras la buena respuesta obtenida con la película de ciencia ficción “Black Mirror: Bandersnatch”, la compañía busca posibilidades de explotar este formato en géneros como la comedia, el terror y el cine romántico, dijo ayer Todd Yellin, vicepresidente de productos de Netflix.
Inspirados en la popular colección de literatura juvenil “Elige tu propia aventura”, de los 80, “Bandersnatch” prometía al televidente el armado de su propio rompecabezas. Oportunamente los herederos de esa colección aprovecharon para demandar a Netflix por copiarles la idea que, sin embargo, en la compañía redundó en un libre albedrío engañoso que forzaba a elegir determinadas opciones y hasta finales, sin hacerle honor al clásico. En “Bandersnatch”, que era una suerte de continuación de “Black Mirror” con la novedad de la “participación” del televidente en confección de la historia, cualquier camino por el que se optara atravesaba obligadamente las escenas fundamentales. Pese a esto, Yellin subrayó que los resultados a nivel público y en especial en niños habían sido alentadores y que por esa razón continuarían profundizando en esa línea. En cambio, un espectador más exigente advertirá que el mecanismo del “libre albedrío” conspira contra la creación de un buen guión, puesto que todo se convierte en relativo, sin criterio de autor.
Otro “enemigo” de Netflix continúa siendo el Festival de Cannes. Aunque se rumoreaba que “The Irishman”, de Scorsese, iba a lanzarse allí, esa película de Netflix no se verá en el certamen francés en mayo ya que para entonces no habrá culminado su posproducción. Aunque otras producciones de Netflix para estar en Cannes eran la película “The Laundromat”, de Soderbergh, y “The King”, con Timothée Chalamet, ninguno de estos dos formará parte de la programación del encuentro cinematográfico que este año celebra su 71° edición. Responsables de Cannes y Netflix se han reunido en varias ocasiones en los últimos meses para resolver sus diferencias aunque no han llegado a un acuerdo. Tras la polémica de 2017 acerca de la presencia en la competición por la Palma de Oro de “Okja” y “The Meyerowitz Stories”, dos films de Netflix distribuidos directamente en la televisión, el certamen francés decidió incluir en 2018 la obligación de que las películas que quisieran participar debían estrenarse en salas de cine en Francia sin un lanzamiento simultáneo la web.
Ante ese requisito, que va en contra de la estrategia empresarial de Netflix, la plataforma optó por no acudir a Cannes el año pasado y tampoco lo hará ahora. Pero ya pasó por Venecia, Berlín, San Sebastián y los Oscar, donde nadie (salvo Spielberg) la objetó.
