Los presidentes de los EEUU, Donald Trump, y de Brasil, Jair Bolsonaro, formalizaron en Washington una alianza que promete marcar la política continental, con una ferviente condena al socialismo y varios acuerdos que podrían acercar Brasil a organizaciones multilaterales, como la OCDE y la OTAN.
Pero el encuentro también tuvo su perfil económico, con un entendimiento sobre el comercio bilateral entre los dos gigantes americanos, que también trae consecuencias para la Argentina.
Durante la cita, Brasil se comprometió asimismo a permitir la entrada sin aranceles de 750.000 toneladas de trigo estadounidense al año y a negociar condiciones para importar cerdo de EEUU.
Argentina es el principal proveedor de trigo de Brasil: le exporta unas seis millones de toneladas del cereal al año.
El acuerdo entre los EEUU y Brasil, por un volumen de ventas equivalente al 10% de las necesidades de importación brasileña del grano, produjo en lo inmediato una caída de precios del trigo argentino, en torno a 4 dólares por tonelada.
Brasil implementará una cuota anual de 750.000 toneladas libre de aranceles para el trigo estadounidense. El anuncio no fue formalizado aún por las autoridades del gobierno brasileño, pero se estima que se instrumentaría a cambio de una reapertura de la exportación de carne bovina brasileña a EEUU.
Existen antecedentes al respecto. A mediados de 2014 Brasil suspendió temporariamente el Arancel Externo Común del 10% vigente para la importación de trigo proveniente de naciones extra-Mercosur cuando Argentina se había quedado sin saldo exportable del cereal.
También en 2016 el entonces ministro de Agricultura de Brasil, Blairo Maggi, intentó negociar con su par argentino un cupo anual de 750.000 toneladas de trigo de EEUU y Canadá libre de aranceles, pero el intento no prosperó a nivel político.
Los analistas consideran que esta medida unilateral de Brasil, sin consultar con sus socios del bloque regional, abre el camino a la desaparición definitiva de la ventaja arancelaria del Mercosur, pues no solo afecta a la Argentina, si no a Paraguay y Uruguay, que también producen y exportan trigo.