Una vez que prueban la amapola, no pueden parar más. Bandadas de loros se la dan entre 30 y 40 veces por día y llegan a cortar la flor y llevársela volando. Los campesinos lamentan pérdidas. Hay videos.
Heroína ilegal, morfina como paliativo y otras sustancias se derivan del cultivo de la amapola, de donde se extrae el opio. Muy pocos países tienen cultivos legales de la “adormidera”, uno de ellos es la India, específicamente la provincia de Madhya Pradesh, ubicada bien en el centro del gigante asiático, donde hay 38 mil hectáreas de la flor loca que los loros adoran.
De acuerdo al doctor R.S. Chundawat, especialista en opio del Colegio de Horticultura de Mandsaur, India, “El opio le da al pájaro energía instantánea, parecido en un humano a la ingesta de té o café. Una vez que las criaturas aladas tienen esa experiencia, caen presas de la adicción”.
Para reducir el daño causado por los loros, los campesinos patrullan los cultivos día y noche. “Intentamos ahuyentar los pájaros con ruidos fuertes e incluso con petardos, pero nada ayudó”, lamentó uno de los cultivadores, quien puso en cifras el daño “Una flor entrega entre 20 y 25 gramos de opio. Pero las bandadas de loros atacan entre 30 y 40 veces por día e incluso cortan flores y se las llevan volando”.