La nueva vacuna, que estará disponible desde abril, protege contra las cepas AH1N1, AH3N2, B Yamagata y B Victoria, mientras que la anterior protegía contra dos cepas A y una B.
Una nueva vacuna contra la gripe que protege contra cuatro cepas del virus, dos A y dos B, estará disponible en la Argentina desde abril y “amplía en hasta un 25%” la cobertura de los tipos virales que circulan, afirmó hoy Carla Vizzotti, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (Save).
“Argentina cuenta con vacunación antgripal con el objetivo de disminuir la mortalidad”, explicó Vizzotti a Télam.
Detalló que la población “objetivo”, que tiene a disposición la vacuna de forma gratuita en hospitales y centros de salud del país, en niños de entre seis y 24 meses, mayores de 65, personal de salud, embarazadas, puérperas hasta 10 días después de parto y personas de entre dos y 65 años con condiciones de riesgo, como enfermedades cardíacas, respiratorias, renales, obesidad y diabetes.
“Desde el punto de vista individual, en el sector privado hay dos vacunas en el mundo que ofrecen ventajas: la adjuvantada, que no estará disponible en nuestro país, ha mostrado mayor efectividad en cuanto a reducción de mortalidad en mayores de 65 años”, precisó la especialista.
Y continuó: “La cuadrivalente, que sí estará disponible, incluye este año una segunda cepa de virus B y amplía en un porcentaje que puede llegar a 25% la cobertura de los tipos virales que circulen”.
“Lo más importante es que si alguien pertenece a algún grupo de riesgo sepa que debe vacunarse, más allá del tipo de dosis que reciba. Quienes no integren esos grupos también pueden beneficiarse con la vacuna, ya que disminuye la posibilidad de contraer la enfermedad o la hace más leve en caso de que se contraiga”, completó.
La nueva vacuna, que estará disponible desde abril, protege contra las cepas AH1N1, AH3N2, B Yamagata y B Victoria, mientras que la anterior protegía contra dos cepas A y una B.
El virus de la influenza A (H1N1) arribó a la Argentina a finales de abril de 2009, por medio del contacto aerocomercial con áreas endémicas.
El primer contagio se confirmó el 7 de mayo de ese año, procedente de un hombre que venía de la ciudad de México y había ingresado sin síntomas.
Según datos oficiales, la epidemia alcanzó su pico máximo entre el 28 de junio y el 4 de julio, y se registraron en total 14.106 internaciones por afecciones respiratorias y más de 200 muertes.
Los síntomas de la gripe, a diferencia del resfrío común, son fiebre, malestar general severo, dolor de cabeza, fatiga, debilidad, agotamiento, molestia en el pecho y tos, y a veces aparece también dolor de garganta, congestión nasal y estornudos.
En cuanto a las recomendaciones para prevenirla, la cartera sanitaria nacional aconsejó, además de la vacuna, limpiar las superficies que tocan los enfermos con agua y detergente, jabón o alcohol al 70%.
Asimismo, se deben lavar las manos después de toser o estornudar y no compartir alimentos, vasos y cubiertos con personas que tengan gripe.
“También se aconseja aislar a los pacientes con influenza en sus domicilios por siete días, para evitar contagiar sobre todo a niños y ancianos convivientes”, completaron desde Salud.