Ayer se dio inicio al otoño y, como consecuencia del cambio de clima, muchas veces tendemos a cambiar ciertos hábitos, tanto alimentarios como de actividad física, ya sea por las diferentes temperaturas, el día comienza a acortarse, nuestra rutina, entre otros factores. Todo esto nos lleva a dejar de lado, muchas veces, el consumo de alimentos frescos, como frutas, verduras en ensaladas, disminuye el consumo de agua y la actividad física al aire libre; y por el contrario tenemos tendencia a consumir alimentos más calóricos y estar más quietos.
Ante los cambios de estación es muy importante cuidar lo que comemos para fortalecer nuestro sistema inmunológico y potenciar así las defensas del organismo. Una alimentación sana y equilibrada, basada en productos ricos en vitaminas y minerales, es fundamental para tener una buena salud y prevenir enfermedades virales, como la gripe y crónicas, como el sobrepeso, que se acentúa en un gran porcentaje de la población durante el otoño y posterior invierno.
Por lo tanto, debemos prestar atención a varios factores que son importantes para la alimentación en esta estación del año:
- No dejar de consumir frutas: podemos optar por frutas solas, picadas en yogur, licuados, compotas, tartas frutales, si se desea, las mismas pueden ser consumidas a temperatura ambiente.
- Aprovechar frutas de estación como los cítricos, ricos en vitamina C, lo cual favorece al sistema inmunológico.
- Consumir diariamente 2 a 3 porciones de verduras: podemos reemplazar las ensaladas frescas por ensaladas de vegetales cocidos, tortillas de verduras, tartas, soufflés, budines, revueltos, vegetales rellenos al horno, etc.
- Aprovechar vegetales de hojas verdes y de color amarillo-naranja, como calabaza, zapallo, zanahoria, ricos en vitamina A, betacarotenos y antioxidantes, todos ellos precursores de las defensas del organismo.
- No dejar de consumir abundante agua: a pesar de las estaciones, el cuerpo siempre necesita agua para sus funciones normales. Se puede consumir a temperatura ambiente si se desea evitar el frío o saborizarla con gotas de cítricos. Además, se pueden incorporar infusiones como té, tizanas, mate, mate cocido, etc.
- Incorporar legumbres en sopas, guisos o en combinación con arroz o fideos. El clima es ideal para la lenteja, poroto, arvejas, etc. Debemos cuidar el aporte calórico teniendo en cuenta el agregado de carnes grasas, embutidos, etc., los cuales harán una preparación con mayor cantidad de calorías.
- Cuidar el consumo de panificados como chipas, pan, facturas, masas finas, etc. hacerlo esporádicamente y preferir frutos secos y cereales para colaciones o acompañar infusiones.
- No dejar de movernos: la actividad física debe mantenerse todo el año. Podemos optar por gimnasios, centros de entrenamiento, o al aire libre en horarios diurnos.
Recordemos que es importante cuidar nuestra alimentación todo el año, pudes llevar adelante un estilo de vida saludable implica que disfrutemos de cada estación y cada etapa de la vida sin restricciones, sino con mejores elecciones que promuevan la salud y mejoren nuestra calidad de vida.
Lic. Romina Krauss-Nutricionista
M.P.n°147