Alejandro Alvarado, de 43 años, era uno de los delincuentes más buscados en Salta. Luego de una exhaustiva investigación, el hombre -identificado como el cabecilla de una banda narco que operaba entre países de Latinoamérica y Europa- fue detenido en su casa de barrio Santa Ana.
Estaba prófugo desde 2017 y no pudo ser identificado con anterioridad porque habría cambiado la apariencia de su rostro.
La investigación sobre Alvarado deviene de 2017 cuando, mediante un operativo, cae parte de su banda. En ese momento, se secuestraron seis autos de alta gama, 76 kilos de cocaína y otras pruebas del trabajo de la organización. En ese momento, el hombre se habría fugado en un auto BMW que habría abandonado en el sur de Salta.
La Policía de esa provincia detectó que el hombre se movía con identidades apócrifas y, por eso, orientó sus investigaciones a las conexiones, movimientos web y telefónicos del hombre. Esto llevó a identificar el búnker desde el cual operaba el hombre y a detenerlo.
El comisario dijo que uno de los efectivos que forma parte del cuerpo investigativo pudo reconocer su voz y una particularidad al caminar. “Tenía barba, difería su color de cabello y su rostro era difícil de reconocer aunque no puedo confirmar que haya pasado por una intervención quirúrgica”, detalló.