El balance de víctimas de la enorme explosión ocurrida en una planta química del este de China aumentó a 47 muertos este viernes, lo que lo convierte en uno de los peores accidentes industriales del país de los últimos años.
Las imágenes de drones emitidas el viernes por la televisión estatal CCTV mostraban un paisaje apocalíptico, con edificios carbonizados y muy dañados, un día después de la explosión de la fábrica.
Más de 600 personas recibían atención médica tras la deflagración, que tuvo lugar la tarde del jueves en un parque industrial de Yancheng, en la provincia de Jiangsu, indicaron las autoridades locales en su cuenta de la red social Weibo.
Al menos 90 de ellas están heridas de gravedad. El primer balance de las autoridades era 6 muertos y 23 heridos.
La deflagración fue tan potente que aparentemente generó un pequeño sismo, derribó varios edificios de la fábrica e hizo añicos las ventanas de las viviendas circundantes.
Este viernes, cuando aún era visible la nube de humo, los habitantes de las inmediaciones de la fábrica se afanaban por retirar los escombros de delante de sus casas.
“Sabíamos que un día explotaría”, dijo Xiang, una mujer de 60 años que aseguró que estaba preocupada por la seguridad y la contaminación del lugar desde hacía mucho tiempo.
Varios cordones policiales bloqueaban la ruta principal que conduce al lugar, constató un equipo de la AFP.
Los habitantes de este barrio de Yancheng, en la provincia de Jiangsu, parecían abandonados a su suerte frente a la amplitud de los daños. Algunos de ellos lloraban.
Otros tuvieron que abandonarlo todo rápidamente y pasar la noche en un hotel, dada la gravedad de los daños en sus viviendas.
La deflagración se produjo a las 14H48 locales (06H48 GMT) en la fábrica de la empresa Tianjiayi Chemical, y obligó a evacuar a más de 3.000 habitantes por el temor ante las emisiones tóxicas. El riesgo de contaminación complicaba las operaciones de rescate.
El presidente chino, Xi Jinping, quien realiza este viernes una visita de Estado a Italia, pidió a los equipos de rescate hacer “todos los esfuerzos necesarios” para rescatar a los numerosos empleados que siguen atrapados bajo los escombros, según la agencia oficial Xinhua.
Paredes agrietadas y puertas destrozadas
Tianjiayi Chemical, fundada en 2007, cuenta con 195 empleados y fabrica materias primas como el ansiol, un componente muy inflamable con un olor similar al del anís.
Muestra de la violencia de la explosión, las ventanas de las viviendas quedaron hechas pedazos, las paredes se agrietaron y las puertas de los garajes quedaron destrozadas en un radio de cuatro kilómetros.
El Centro Nacional de Sismología señaló un sismo de magnitud 2,2 en el momento de la catástrofe.
Las autoridades anunciaron este viernes la apertura de una investigación para dilucidar las causas de la explosión e indicaron que se realizaron detenciones, pero no especificaron cuántas.
La explosión provocó una enorme bola de fuego de varias decenas de metros de alto y una espesa columna de humo gris, según imágenes difundidas en redes sociales.
Las deflagraciones accidentales en China son frecuentes, en especial en el sector industrial.
En noviembre pasado, una fuga de gas en una fábrica química provocó una explosión que causó 23 muertos en Zhangjiakou (norte), una de las sedes de los Juegos Olímpicos de invierno de Beijing 2022, ubicada a unos 200 km al noroeste de la capital china.
En julio, otra explosión en una fábrica química dejó 19 muertos y 12 heridos en la provincia de Sichuan (suroeste). Según las autoridades, la empresa había iniciado obras sin pasar por las necesarias pruebas de seguridad.
Pero uno de los accidentes industriales más graves se produjo en 2015 en Tianjin, en el norte del país: una gigantesca explosión en un depósito de productos químicos dejó al menos 165 muertos en esta ciudad portuaria ubicada a unos 120 km de Beijing.
Este sitio industrial almacenaba unas 700 toneladas de cianuro de sodio, muy tóxico, en medio de miles de toneladas de otros peligrosos compuestos químicos.