A la fuerza, fue llevado ante los jueces quienes tienen que decidir, si tras su fuga, le dan ese beneficio en los próximos días.
El empresario Alberto Samid fue llevado finalmente este miércoles, a la fuerza, ante el tribunal que lo juzga por una presunta multimillonaria evasión fiscal y explicó que el “pánico” fue lo que lo llevó a salir del país y ausentarse de las citaciones que le había formulado la Justicia antes de definir si es culpable o inocente.
“Entré en pánico”, dijo Samid a los jueces del Tribunal Oral en lo Penal Económico 1 (TOPE1) sobre los motivos que lo llevaron a salir del país el 24 de marzo hacia el Paraguay, volar de allí a Panamá y refugiarse finalmente en Belice, donde fue detenido el viernes pasado.
Samid arribó en la noche de este martes al aeropuerto de Ezeiza acompañado por dos oficiales de la Policía Federal y en la mañana de este miércoles, fue trasladado a los tribunales federales de la Avenida Comodoro Py bajo un fuerte operativo de seguridad.
El matarife también pidió “perdón por cosas que he dicho”, en supuesta alusión a sus salidas radiales durante su clandestinidad y en las que llegó a decir que el fiscal general ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico, Gabriel Pérez Barberá, le había pedido una coima de 1,8 millón de dólares para beneficiarlo en la causa.
“Pido disculpas”, esbozó Samid ante el propio fiscal y los jueces que deberán decidir su suerte, seguramente la próxima semana. Ellos son José Michilini, Diego García Berro e Ignacio Fornari. La fiscalía pidió para él una pena de seis años y medio de prisión, mientras que la querellante y denunciante Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) solicitó un castigo de siete años de cárcel.
Samid, ex diputado por el justicialismo y ex asesor del ex presidente y actual senador Carlos Menem, está acusado de haber liderado una asociación ilícita dedicada a la evasión de impuestos y por ello fue denunciado en 1996 por la AFIP.
El “pánico” mencionado por el matarife en la audiencia fue interpretado en Tribunales como parte de la estrategia adelantada por su abogado defensor, Vicente D’Attoli, quien había alegado que su defendido sufre de diabetes y que eso explica su salida del país, su no presentación ante el tribunal y sus inexplicables dichos desde la clandestinidad.
Tal como se preveía, el defensor de Samid pidió su excarcelación, aunque difícilmente ésta sea concedida por el tribunal, al menos hasta que se conozca el veredicto del tribunal y si es condenado. Por lo pronto, el fiscal se opondrá, según dijeron las fuentes.