En una osada y tenebrosa intervención artística, el checo Jakub Hadrava evitó que demolieran una iglesia del poblado de Lukova llenando el edificio de esculturas de fantasmas. El resultado, a continuación
En una osada y tenebrosa intervención artística, el checo Jakub Hadrava evitó que demolieran una iglesia del poblado de Lukova llenando el edificio de esculturas de fantasmas. El resultado, a continuación