Es la causa de discapacidad infantil más frecuente. En Argentina hay pocas herramientas de inserción laboral y social en adultos
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición neurobiológica con la que una persona nace y que dura toda la vida. Si bien se denomina espectro porque no hay dos personas con autismo iguales, se asocia a rutinas y comportamientos repetitivos, así como a la falta de capacidad de comunicarse socialmente.
“Las personas con TEA pueden presentar dificultades para desarrollar el lenguaje, pero sobre todo para entender el lenguaje gestual. Hay personas que no saben leer gestos o dobles intenciones, o les cuesta entender un chiste”, explica la doctora María Cecilia Ysrraelit, neuróloga y miembro de la Comisión Directiva de la fundación Brincar.
En Argentina no hay una cifra confiable sobre la cantidad de personas que viven con esta condición. En el mundo, hoy en día, 1 de cada 59 niños está en el espectro autista, con lo cual “es una condición altísimamente prevalente. No es una enfermedad rara, y representa la causa de discapacidad infantil más frecuente”.
El autismo no es una enfermedad sino una condición, de la cual actualmente no se conocen fehacientemente las causas. “Si bien hay un factor genético asociado, ya que los hermanos de las personas con autismo tienen casi 10 veces mayor riesgo de tenerlo; también hay un factor ambiental desencadenante que aún se desconoce”, precisa la neuróloga. Y aclara: “Sí se sabe que las vacunas no causan autismo, está súper demostrado en diferentes estudios que no hay ninguna relación”