Las variaciones de temperatura propias de esta época del año no hacen más que intensificar los casos de resfrío, faringitis y demás cuadros característicos de los meses más fríos. La consulta médica temprana reducirá el riesgo de complicaciones y una serie de conductas saludables evitará su propagación
Frente a la llegada del otoño y el veranito tardío que se vivió durante los últimos días de marzo y comienzos de abril, los cambios de clima se presentan como el gran “fantasma” responsable de la aparición de las primeras patologías respiratorias de la temporada, especialmente entre la población más vulnerable: niños menores de 5 años y adultos mayores.
Resfríos, gripes, bronquitis y faringitis son los cuadros más frecuentes y, si bien su gravedad varía según los síntomas, es muy útil identificar cada caso para saber cuándo recurrir al médico. La doctora Valeria El Haj es directora médica de Vittal y diferenció cuáles son las características principales de cada una de estas patologías:
– Resfrío: su duración es de tres a cinco días y provoca síntomas como congestión o secreción nasal, tos, estornudos, dolor de garganta, fiebre baja y dolores de cabeza.
– Bronquitis: puede ser aguda o bien una bronquitis crónica que se agudiza en la época. Presenta tos persistente con expectoración, fiebre, cansancio, decaimiento, dificultad para respirar y dolor en parrilla costal.
– Faringitis: se manifiesta con dolor de garganta intenso, fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular e inflamación ganglionar en el cuello.
– Gripe: se trata de una enfermedad viral causada por el virus de la influenza tipo A (H1N1 y H3N2) y tipo B. Su duración varía entre cinco a diez días y los síntomas son similares al resfrío pero más intensos, incluyendo fuerte dolor muscular, fatiga, fiebre mayor a 38º C y escalofríos. En los niños pueden presentarse también problemas para respirar, vómitos o diarrea, e irritabilidad o somnolencia.
La mayoría de las personas se cura por sí sola y sólo requiere tratamiento sintomático, como antitérmicos (paracetamol o ibuprofeno), reposo e hidratación, sin embargo, algunas deben acudir al hospital, y esto se debe a que la gripe puede causar una infección pulmonar grave: la neumonía. Por este motivo, es importante prevenir su aparición, particularmente en menores de cinco años.
Para evitar el contagio de la gripe y otras patologías respiratorias frecuentes en el otoño e invierno, la especialista recomendó incorporar los siguientes hábitos:
– Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón.
– Al toser o estornudar, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo.
– Tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos.