Alberto Samid fue detenido ayer en Belice, donde se encontraba escondido desde hace algunos días. El “rey de la carne” no se había presentado a una audiencia en un proceso oral y días más tarde el Tribunal Oral en lo Penal Económico 1 ordenó su detención.
“En Belice, fue detenido por Interpol Alberto Samid. Nuestra política es clara y transparente. Quienes tienen deudas con la justicia, deben presentarse. Y nuestra política de colaboración internacional, nos permite al instante saber donde están”, escribió en su cuenta de Twitter la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
El empresario, acusado de evasión impositiva, había asegurado en una entrevista que a pesar de estar prófugo no se había ido del país: “Estoy en una provincia peronista”.
No obstante, Interpol emitió el viernes una alerta roja con una orden de detención internacional, en caso que el empresario hubiera escapado de Argentina. El reporte indicaba además que el “rey de la carne” podía estar en Belice, luego de que se difundieran imágenes donde supuestamente se lo podía ver abordando un vuelo desde Panamá hacia ese destino.
Las suposiciones terminaron siendo ciertas, y en las últimas horas del viernes el empresario fue aprehendido por la policía local.
El reporte de Interpol que lo describía como una persona violenta y daba cuenta de su abierto rechazo a entregarse a las autoridades.
El empresario habría escapado primero hacia Paraguay, luego voló a Panamá y finalmente abordó un avión hacia la paradisíaca Belice, en el Caribe.
Samid está siendo enjuiciado en Buenos Aires acusado de conformar una asociación ilícita que evadió impuestos. La causa penal comenzó en 1996 por una denuncia de la Dirección General Impositiva (DGI) que señalaba que un grupo de frigoríficos evadía el IVA en la venta de comercialización de carne.
La semana pasada, el fiscal del caso, Gabriel Pérez Barberá, había solicitado condenar a Samid a seis años y seis meses de prisión. En sus alegatos, dio por probada la acusación. En las entrevistas que brindó desde el lugar en donde se encuentra escondido, el empresario denunció que el representante del Ministerio Público le había pedido una coima millonaria para exculparlo. La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que actúa como querellante en el caso, también pidió una condena.