Las oficinas que realizaban el control psicofísico de los choferes de media y larga distancia cerraron sus puertas en todo el país este 1º de abril. Entre ellas, la de la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno de Rosario.
Alrededor de 40 personas –gran parte de ellas psicólogos– quedaron sin trabajo. Seis de ellos cumplían funciones en las instalaciones del barrio Luis Agote. El área funciona bajo la órbita de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), desde donde no respondieron a los reclamos de los empleados. Las tareas estaban tercerizadas, y quienes realizaban los controles no estaban bajo relación de dependencia.
“Nosotros realizábamos un abordaje y evaluábamos a los choferes. Si había indicadores de riesgo se inhabilitaba la licencia y se volvía a hacer un control a las 72 horas”, explicó Sabrina Navone, psicóloga despedida en Rosario. “Además, trabajamos en forma articulada con todas las provincias donde funcionaba este proyecto”, completó la trabajadora.