En Blas Parera 5800 un delincuente ingresó y se llevó todo lo que tenía a mano. Las medidas de seguridad no alcanzan para evitar robos.
“Llegamos a trabajar y nos encontramos con el edificio revuelto”, así dijo Martín, el titular de una concesionaria que fue robada durante la madrugada del miércoles.
Es el segundo robo en 2 años que sufre el negocio. “Invertimos en cámaras, rejas y perros pero no podemos estar tranquilos. Es gente de la zona que tiene tiempo para hacer logística”, dice cansado Martín.
Describiendo el robo, aseguró que “entraron por el techo de la escuela cortaron el cable del teléfono para que no nos avisen y se tiraron al piso por un punto ciego que no toma la cámara”.
Una vez dentro del local, “rompieron un ventiluz y se llevaron dinero en efectivo, celulares y electrodomésticos”, cerró indignado.
Martín, dueño de la concesionaria: