Escalaban las montañas rocosas por un ruta que debido a su dificultad recién había sido abierta en 1999. Por las condiciones en la zona aún no pudieron rescatar los cuerpos.
Los alpinistas austríacos David Lama, Hansjörg Auer y el estadounidense Jess Roskelly se encuentran desaparecidos en Canadá y presumiblemente muertos tras una avalancha en las Montañas Rocosas canadienses, cuando escalaban Howse Peak.
Parks Canada, el organismo público a cargo del Parque Nacional Banff, donde se encuentra Howse Peak, informó a EFE que “basado en la valoración de la situación, se presume que los tres miembros del grupo han muerto”.
El miércoles, tras no recibir noticias de los tres alpinistas, considerados entre los mejores del mundo y que tenían planeado atacar la cara este de Howse Peak, su personal sobrevoló el área y descubrieron indicios “de múltiples avalanchas y restos de equipo de escalada”.
“Parks Canada extiende sus más sinceras condolencias a las familias, amigos y seres queridos de los tres montañistas”, añadió el comunicado.
En estos momentos, las autoridades canadienses no pueden proceder a la recuperación de los restos “debido a nuevas avalanchas y las peligrosas condiciones en la zona”, debido a fuertes vientos y precipitación que incrementan el riesgo de más avalanchas.
Medios locales informaron a primeras horas de este jueves de la desaparición de los tres alpinistas tras una avalancha en Howse Peak, una montaña de 3.395 metros considerada como una de las más difíciles de las Montañas Rocosas canadienses.
El periódico estadounidense “The Spokesman Review” señaló que Roskelley, de 36 años, dijo a su padre, el también montañista John Roskelley, que se contactaría con él el martes pero que la comunicación no se produjo.
John Roskelley se puso en contacto con las autoridades canadienses que sobrevolaron el área en helicóptero e informaron que había indicios de una avalancha y al menos un cuerpo parcialmente enterrado.
Roskelley afirmó al periódico que su hijo y los montañistas austríacos Lama, de 35 años de edad, y Auer, de 28, “están muertos. No están desaparecidos”.
La ruta que los tres montañistas utilizaron para atacar Howse Peak no fue abierta hasta 1999 por su dificultad.