Los datos fueron consignados por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva). La demanda de pollo hizo que trepe al 23,6%.
Los datos fueron consignados por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), que señaló que en las carnicerías de los barrios mas bajos, la carne reflejo “subas de mayor magnitud” al trepar al 7% respecto de marzo y frente al 6% que se vio en el nivel medio y del 6,5% en la alta.
Vale recordar que la escalada en la suba de los precios arrancaron en la hacienda a fines de noviembre pasado y se acrecentó en enero y febrero último, el cual se fue trasladando a la cadena comercial; tanto es así que superó a la inflación.
Si bien hoy el valor en el mercado de Liniers está calmo y a la baja “aún hay margen para que la carne siga subiendo aunque la hacienda esté estable, esto es porque aún no se traslado todo el incremento”, afirmó el economista del Ipcva, Miguel Jairala.
“Sucede que subió más el costo de la carne para el comercializador final que el precio de venta”, explicó Jairala, quien pronosticó que “las nuevas alzas, si bien serán de menor magnitud que las vistas, rondarán en las dos cifras para luego achicar la brecha”.
Respecto del pollo, el trabajo sostuvo que en los últimos doce meses, la carne vacuna tuvo un precio relativo significativamente inferior, (-14,4%), al registrado un año atrás frente a la carne aviar.
En marzo de 2018 podían adquirirse 3,08 kilogramos de pollo fresco entero con un kilogramo de asado y en el último mes, la capacidad de compra del corte asado (carne vacuna) en términos de carne aviar se redujo a 2,64 kilogramos. Sin embargo, frente al corte de carne porcina, como el pechito de cerdo, el asado mostró un precio relativo significativamente superior, al tocar el 10,8%), y el poder de compra de la carne vacuna se incrementó de 1,16 a 1,29 kilogramos de carne de cerdo comparando los meses de marzo de 2018 y 2019.