Las normas fueron celebradas por los empresarios pero generaron malestar en las entidades financieras y representantes del sector tarjetero.
Las medidas anunciadas ayer por el gobierno incluyen dos capítulos financieros. Por un lado, se acortó el plazo en el que los comercios reciben el dinero de las ventas que hacen por tarjeta de crédito: pasó de 19 a 10 días hábiles. Por otra parte, los bancos no podrán cobrar más comisiones (hoy, de entre 1% y 2%) a las mipymes por recibirles efectivo. Ambas medidas habían sido reclamadas tanto por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) como por la Cámara Argentina de Comercio (CAC), que celebraron los anuncios oficiales.
A comienzos de este mes, la CAME había publicado una solicitada para que los bancos dejaran de facturar por los depósitos en efectivo, que podían cobrarles sumas fijas o proporcionales (entre 0,5% y 2%). Los bancos habían empezado a cobrar a las empresas por recibir cash a mediados de 2017, cuando la falta de billetes de alta denominación había generado un problema en lo relativo a la guarda y transporte de billetes, con un Banco Central (BCRA) más restrictivo al momento de tomarlos.
“Es muy difícil hacer el cálculo del ahorro que se genera porque no todos los bancos cobraban lo mismo y también depende de cada rubro. De todos modos, nos parece una buena noticia porque ayuda a formalizar la economía: todo efectivo que ingresa al banco se blanquea”, afirmó Pedro Cascales, vocero de CAME.
“No tenemos estimación del ahorro de los depósitos en efectivo. Es muy variable, estamos hablando de todo el país”, coincidió Natalio Mario Grinman, secretario de la CAC.
El BCRA publicó anoche la Comunicación “A” 6681, en la que oficializó la prohibición del cobro de estas comisiones cuando se trate de los depósitos en efectivo realizados por ventanilla en cuentas de titulares que sean micro, pequeñas o medianas empresas (mipymes), tal como sucede con los individuos.
Acreditación más ágil
La autoridad monetaria también informó la reducción en el plazo de acreditación de los pagos con tarjeta de crédito, de 19 a 10 días hábiles. Complementariamente, determinó que los bancos no podrán cargar a los comercios intereses ni comisiones vinculados al nuevo plazo de liquidación. Asimismo, les prohibió impedir o dificultar la modalidad de consumo en un pago.
Pablo Croci, CMO de Increase, la plataforma online que simplifica el control de las ventas con tarjetas, celebró la medida. “Si se hace efectivo es una muy buena noticia para los comercios. Las dos procesadoras de pagos con tarjeta de crédito (Prisma y First data) tenían la posibilidad de depositar el dinero en 19 días. Eso traía un problema financiero y de cashflow. Ahora, los comercios van a contar con ese dinero en la mitad del tiempo”, sostuvo.
Croci comentó que siempre que se tomó una medida tendiente a impulsar el consumo con tarjeta, la cantidad de operaciones con plásticos creció. “Con esta medida, es probable que el comercio impulse más ese medio de pago sabiendo que la acreditación será en menos tiempo y, seguramente, mejore la tasa de conversión de los clientes, que estarán más dispuestos a comprar”, agregó.
Al respecto, Cascales señaló que “los 19 días hábiles significaban casi un mes de espera para cobrar, con tasas altas, es mucho el dinero que se perdía”. Por su parte, Grinman estimó que “la implementación de esto (los cambios en tarjetas) va a llevar un par de semanas”.
Fuentes del sector de tarjetas de crédito se mostraron sorprendidas con la noticia. Confesaron que no hubo charlas previas con el Gobierno y que se enteraron al momento del anuncio. En la tarde de ayer reinaba el malestar, mezclado con la expectativa por la letra chica de la norma