El tradicional Vía Crucis del padre Ignacio Peries cumplió 40 años el viernes santo con otra masiva concurrencia para marchar por las 14 estaciones de barrio Rucci. El cura pidió por los enfermos que “no tienen trabajo y les falta la obra social” y observó que la “violencia, agresión e inseguridad volvió a nuestro pueblo”.
La noche húmeda del viernes santo tenía nubes y a las 22 el termómetro marcaba 22,8 grados.
La peregrinación recorrió seis kilómetros desde la Parroquia Natividad del Señor hasta arribar a la avenida de los Granaderos y Palestina, donde está la cruz gigante y el palco para la misa principal.
A las 23.30, en la misa de cierre, Ignacio dijo que es importante que la familia se apoye “para llevar la cruz de cada día” y hacerlo en “unidad, paz y amor”.
El padre de barrio Rucci se dirigió a “los enfermos” sobre todo en tiempos de crisis porque “no tienen trabajo y les falta la obra social”. “Aunque no hay obras sociales, está la obra social de dios que nunca para”, dijo.
“Oramos por la gente que no tiene trabajo. Por obra social, por un trabajo digno y para comer todos los días, una comida digna”, agregó y pidió especialmente por “los que sufren de cáncer, todos los enfermos, son mis amores”.
Peries también mencionó un reflote de la “violencia, agresión e inseguridad que volvió a nuestro pueblo”. “Vamos a rezar una ave maría para ilumine todos los corazones duros, los que no tienen sentimiento, los corazones fríos, que a veces por la ignorancia o porque están drogadas no respetan la dignidad y hacen insegura nuestra sociedad”, propuso.