Hay unos 800.000 nuevos contribuyentes. En los últimos doce meses se perdieron 175.000 puestos de trabajo del sector privado. El presidente Macri incumplió una de las tantas promesas de campaña al decir que “en mi gobierno ningún trabajador va a pagar impuesto a las Ganancias”.
La cantidad de trabajadores que pagan el impuesto a las Ganancias en la Argentina aumentó un 66,4% entre enero de 2016 y diciembre de 2018, durante los primeros tres años de gestión de Mauricio Macri.
Según informó la Jefatura de Gabinete al Congreso de la Nación, 1.979.491 personas estuvieron afectadas por el tributo en diciembre del año pasado, cuando en el mismo mes de 2015 pagaban el impuesto 1.189.342 trabajadores.
“En mi gobierno ningún trabajador va a pagar impuesto a las Ganancias”, había sido una de las principales promesas de campaña de Macri a lo largo de 2015, pero el impacto del impuesto no sólo no se redujo sino que se amplificó.
Los datos oficiales aportados por la Jefatura de Gabinete al Congreso indican que en 2015 el impuesto afectaba a 1.189.342, saltó a 1.643.686 en 2016 y tocó un récord histórico de 2.028.369 en 2017, alcanzando un 70,5%.
Si se observa la comparación interanual en 2018 hubo una caída del 2,4% en la población que paga el impuesto respecto de 2017 debido a los despidos en el sector privado y a que los salarios perdieron 12,2 puntos porcentuales de poder adquisitivo.
Según el Ministerio de Trabajo, la economía de la Argentina perdió unos 262.400 empleos registrados entre enero de 2018 y el mismo mes de 2019.
En enero hubo 12.112.500 trabajadores registrados, 2,1% menos que en el mismo mes del año anterior, de acuerdo con los datos oficiales del Sistema Integrado Previsional Argentino (Sipa).
El mercado de trabajo registrado también se retrajo en la comparación con diciembre de 2018: hubo un descenso mensual del 0,1%, lo que equivale a la pérdida de 13.000 puestos de trabajo que estaban “en blanco” en todo el país.
El 66,7% de los empleos que se perdieron en los últimos doce meses fueron puestos de trabajo del sector privado, lo que equivale a una merma de 175.000 trabajadores.