Carnes, harina, panificados, frutas, verduras, granos y legumbres, en la mira del Fondo Monetario.
Los técnicos del Fondo creen que Argentina tendrá cada vez mas dificultades para pagar el crédito tomado con la entidad y los desvela la caída en la recaudación. Este es uno de los puntos mas álgidos entre los funcionarios de Hacienda y la AFIP con las dos autoridades del organismo mulilateral de crédito que revisan las cuentas del país, el italiano Roberto Cardarelli y el jamaiquino Trevor Alleyne. Es que los dos economistas están mas cerca de las posiciones del vicepresidente del FMI, David Lipton, mucho mas ortodoxo que la directora del Fondo, Christine Lagarde. Lipton cree que Argentina debe dejar flotar su moneda libremente, hacer un ajuste fiscal mucho más fuerte y reformar todo su sistema impositivo, al cual ve como poco transparente y armado para la evasión.
En tanto, entre los legiladores radicales de Cambiemos reina el malestar, ya que avizoran que cualquier cambio impositivo que aumente la carga impositiva, incluso aun cuando el presidente Macri sea relecto, es casi imposible. Las razones para señalar esto son varias: la primera sera la férrea oposición que tendrán del peronismo en cualquiera de sus formas (el FPV, el PJ Federal o el Frente Renovador) y de las asociaciones que nuclean a consumidores y Pymes. Por caso, el jefe de la bancada del FPV, Agustin Rossi, afirmó que subir el IVA para alimentos es “inviable”, en tanto desde el Frente Renovador recalcan que la presión impositiva para las Pymes es la más alta de los últimos 60 años y llega al 36,5% del PBI.
Pero también preocupa a los legisladores es la lupa que puso el Fondo a los monotributistas. Y es que el FMI busca eliminar el monotributo hasta llevarlo a menos de la mitada del actual cantidad,y dar de baja a mas o menos unos 1, 9 millones de contribuyentes. El Fondo piensa que deberían recategorizarse, lo que en los hechos empujaria a la informalidad a casi un millon de trabajadores, llevando el trabajo en negro a mas de 6 millones de personas.
Para sostener este argumento, los técnicos del FMI afirman que, como la factura de monotributista no discrimina IVA ni Ganancias, deducen el 100% del gravamen y le provocan al fisco una pérdida millonaria que afecta la capacidad de repago de la deuda por lo que hay que obligarlos a reinscribirse . Una tarea que en la UCR juzgan “titánica” en medio de una recesión como nunca vista desde 2001, y que desde la oposición la señalan de “delirante”.